BCCCAP00000000000000000001465

114 S. ARA temporánea. El Padre Lázaro Iriarte, OFMCap., conocido especialista de la espiritualidad franciscana desarrolló el tema, deteniéndose principal– mente en la primera parte: visión del mundo en San Francisco. Analizó el concepto de «fuga mundi» en la escética anterior al siglo XII y el de «salí del siglo» de San Francisco en qtúen la actitud de fuga supone cam– bio de disposición espiritual ante los valores creados más que el de una huida del mundo. En efecto, San Francisco y los compañeros optan por vivir entre los hombres. «Salir del siglo» significa para San Francisco ser diferente. Por esta razón el franciscanismo en sus orígenes encarnó los ,:alores de su época y denunció, al mismo tiempo, de forma profética los antivalores de su sociedad. La forma profética fue «ir por el mundo» como hermano menor y sometido a las leyes del peregrino. Esperamos la publicación de la ponencia para apreciar la segunda parte: Franciscanismo y sociedad contemporánea. El Congreso había pues– to su acento en la actualización de Francisco de Asís, es decir, ¿qué pue– de decir hoy a los hombres San Francisco? En el diálogo apareció ya la idea de que debería darse una visión más optimista del mundo contemporáneo y, en particular, de la actividad de los profesionales, en conformidad con las expresiones del Vaticano II. Se pidió que no se presente el mundo como un bloque unitario, sino dividido en estratos y destacando de forma clara la existencia de grupos de hom– bres que trabajan ilusionadamente y con entrega por la propia supera– ción personal y profesional y por el bien del prójimo. El Padre Acilio Mendes, OFMCap., con su ponencia «La importancia económica de la felicidad en nuestros días y la pobreza franciscana» cues– tionó la validez de ciertas opciones del franciscanismo actual. Según el P. Mendes ser pobre en fraternidad franciscana lleva consigo: afirmar el valor absoluto del Reino de Dios; engendrar nuevas comunidades, cen– trando la vida en la fraternidad y no en la pobreza; vivir del trabajo; es– coger trabajos que nos identifiquen con los pobres de hoy; luchar por «restaurar la Iglesia que amenaza ruina»; dejar espacio para la dimensión contemplativa de la vida, contacto con la naturaleza, expansión generosa de la gratuidad, de la bondad, de la sencillez... Los dos primeros aparta– dos del trabajo habían delineado la felicidad en nuestros días y la impor– tancia económica de la felicidad. Se pidieron al ponente algunas aclaraciones en torno a la interpreta– ción del hecho de Francisco que había vivido su felicidad fuera de ape– tencias económicas, empeñado exclusivamente en hacer conocer a los hombres que el amor de Dios no es el primer mandamiento, sino el hacer sentir que El nos ama. El Padre José Oltra, T.C. presentó el resultado de una encuesta reali– zada entre jóvenes sobre la figura de San Francisco de Asís en un tra– bajo que tituló «Hacia nuevas formas de vida y actividad franciscana, se gún el contexto actual en la Iglesia y la sociedad en España». El diálogo se interrogó por el ideal franciscano. Se dijo que San Fran– cisco no tuvo ideal, ya que su vida fue perpetua búsqueda. Seguidamente y en distintas intervenciones, se enumeraron diversas notas del francis– canismo que alguien resumió, diciendo que éste consistía en la suma de una serie de notas que se reclaman entre sí para llegar a dar la esenciali– dad del franciscanismo.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz