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CONGRESO FRANCISCANO 119 bajo porcentaje de participación de Hermanas fue pública y muy .coreada. Algunas de las intervenciones quisieron destacar, aunque de forma muy velada, que no había habido altura intelectu~l en las ponencias e intervenciones y que no se había llegado a presentar un franciscanismo con garra, hoy. Se repitieron descripciones del pasado histórico, concep– tos espirituales manidos y no se hizo el trasplante al franciscanismo ac• tual. Falló el carácter creativo. Se cuestionaron conceptos como el del ideal, vocación y espiritualidad franciscana, el de vida fraterna y otros, con miras a una ·respuesta de tipo personal más que al concepto mismo. En esta misma línea de buscar obtener respuesta para una situación concreta y, a veces, conflictiva, se pidió la comunicación de experiencias, vivencias, liturgias prolongadas, etcétera. Es justo reconocer que la organización de Congreso fue impecable e incluso tirando a triunfalista: carpeta a cada congresista, resúmenes de ponencias, notas para la prensa, excursiones y paseos artísticos y otras cosas. Entre estas otras cosas merece destacar la presencia de una perio– dista de « Vida Nueva» que, al mismo tiempo que elaboraba un repor– taje, presentó una serie de gravaciones sobre San Francisco, realizadas en el Brasil y distribuidas a través del CEFPAL. Esto hizo pensar a muchos congresistas en la necesidad de que la Familia franciscana se una para constituir en España un centro de edición y preparación de programas radio-televisivos sobre la vocación y vida franciscana. Merecen también honorífica mención las tres intervenciones del Padre Isidoro Rodríguez, OFM, quien a primera hora y antes de las sesiones de trabajo, hizo unos delicados comentarios literario-musicales a las antífonas «Gaudeamus», «Franciscus vir catholicus» y «Sancte Pater». Los Congresos Franciscanos hispano-portugués de Formación tienen unos fines específicos muy concretos: fomentar el espíritu de mutua asis– tencia y colaboración entre los franciscanos españoles y portugueses de las distintas familias dedicadas a la formación y al trabajo científicos y estimular, mediante el estudio, las actividades formativas y la producción científica entre los franciscanos españoles y portugueses. Alabamos y aplaudimos las iniciativas de que este Congreso, celebrado en fechas coincidentes con el 750 aniversario de la muerte de San Fran– cisco, haya estado dedicado a resaltar el franciscanismo en su actualidad y vigencia, hoy. Encontramos justo que en este encuentro que se ha esforzado por dar pistas de salida a las preocupaciones de todas las ra– mas de la extensa familia franciscana hayan estado presentes Hermanos y Hermanas y se haya sentido fuertemente la ausencia de las tercera Or– den secular o Fraternidad Seglar franciscana. Pero creemos que los Congresos franciscanos Hispano-portugueses de formación deben continuar en la línea de búsqueda científica y encuentro de Hermanos responsables de la formación e investigación. De lo contra– rio sería sofocar una de las pocas iniciativas que ofrecen cierta esperanza de salvar el valor intelectual de la Familia franciscana ibérica. Van desa– pareciendo los Seminarios Mayores y con ellos los pocos hombres que se dedicaban a la ciencia e investigación. No hay, con todo, inconveniente en que estos Congresos se abran a la participación e incluso dirección de