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EL MUNDO, SEGt:JN SAN JUAN ·sobre sus valores naturales y terrenos. Los vocablos pueden sonar idénticos, pero en su hondo sentido los conceptos sólo son aplicables en otro P.lano, para los que "acogen" al Verbo hecho Hombre "creyen– do'' en El, constituyéndose así un ciudadano del nuevo mundo espiri– tual que no es de aquí abajo ~~, frente al mundo que bulle y se nutre de valores -espirituales o niate6ales- de la tierra. Lo mundano, pues, como tal, tiene, al menos explicít>amente, •:!s.::a– S/l margen de:· comprensión en el pensamiento evangélico y mucho me– nús en la encarnación histórica de este ideal de vida cristiana como lo prueba en su mayor ¡:>arte la ascética y hagiografía del cristianismo. Porque, aún en el supuelsto de esa relatividad sobrenatural a que alu– díamos y prescindiendo si soluciona o no el :verdadero nudo de.} pro– blema, tiene también esto análogas dificultades bajo otro punto de re– ferencia. Parece a primera vista de algunos pasajes, y así concluyen en buena lógica los principios evangélicds, que lo específico de la mo– ral cristiano-evangélica, ,lo positivo de Cristo que buscamos -en cuanto esto dice algo distinto de los meros principios de ética natural que a veces se encuentran y revalidan en el mensaje de Jesús- es más de consejo o perfección que de estricta ética o moral, de estricto deber u obligación; v. gr. volver la mejilla, dejarse tomar la túnica, acompa– ñar otros mil pasos, aborrecer la propia vida en este mundo para guar·– darla en la eternidad, ser perfectos como el Padre Celestial, etc... 21 • Ordinariamente suele achicars·e el senNdo trascendente de estos ejem– plos y exhortaciones con intrpretadones exegética9 desde un punto de vista puramente "natural". Pero queda por ver si es esa la mente ex– presa de Je~ús. "' * * Todo lo expuesto ¿son apreciaciones puramente subjetivas, meras dudas o dificultades en realidad objetivas? Y éstas ¿radican en l,is mismos principios cristianos o en interpretaciones prácticas erróneas? Como quiera que sea, creo qm: existe margen y fundamento para un estudio razonado e integral del problema._ Hemos pretendido expo– nerlo con algún detalle, basándonos sobre todo en algunos datos más significativos que urgen y agudizan positivamente la dificultad, tenien- 22. lo 18, 36. 23. MT 5, 39 ss. 48; Le 6, 29 ss; lo 12, ~; APoc 12, 11.