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EL MUNDO, SEGÚN SAN JUAN 179 Ahora bien, esta verdad de Cristo y el Padre se per()etúa, como pe– renne testimonio y motivo de fe cristiana ante todos los hombres, en la Iglesia mediante el ministerio específico del "Espíritu de verdad" que le donó expresamente Jesús 106 • En concreto: Esa misma Verdad en cuanto redentora. Cristo, revela– ción propi-a del Padre para nosotros • 0 7, es causa de nuestra vida eter– na 10d • La razón es obvia: Creer cristianamente es conocer al único ver– ciadero Dios y a su enviado Jesucdsto. Ahora bien, la gracia, la vida eterna no estriba y se obtiene sino en este conocimiento perfecto, consu– mado. Luego la fe cristiana - -en las verdades que Dios confía a la re-• velación de su Hijo 109 -, es fe redentora, de salvación, como a,senti– rniento a "palabras de vida eterna" 110 • El mensaje tvangélico, que se condensa en "lo que es nu:esario creer de Jesús y en la práctica de los deberes de sus fieles para con él" 111 , no es más que la "salvación en Jesús" 112 • c) Propiedades de esa fe: Las principalels, sin que pueda estable– cerse entre eilas un orden iógico con toda riguro:,1idad, dado lo com - piejo del contenido de muchas expresiones del Apóstol, pueden nume-– rarse así: Práctica: Conocer a Dios y su enviado Jesucrrsto equivalt: s;empre en San Juan a guardar sus mandamientos, su palabra 113 • Es una fe operante, activa, de la que habla tan bellamente San Pablo y San– tiago 2, 14 ss. •4fectiva amorosa: C,,nocer a Dios y su enviado Jesucristo implica en San Juan "tener en sí la caridad de Dios perfecta" 11 ". Y el senti– do práctico de la fe cristrnna no se concibe sino informado por el amor. Quien no ama a Jesucristo no guarda sus palabras, que son del Padre que le ha enviado 115 • Por el contrario el amor de Dios está en la ob– servancia auténtica de sus mandamientos, de las exigencias prácticas de la fe y doctrina cristianas 116 Porque el amüí verdadero está en 100. lo 16,13-15. 107. lo 17, 6. 108. ló 17,3. 109. lo 17,7-8. 110. lo 6,68. , 111. LAORANOE O.P., El Evangelio de Nuestro Señor fesucristo, trad. de G. Fierro O. P. (Barcelona, 1933) 207. 112. RoM 1,16. 113. lo 8,51; 1 lo 1.6; 2,3. 114. llo 2,5. 115. lo 14,24. 116. lo 14,15.21.~•24; I lo 2,5; 5,3.