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170 DONATO DE MÓNLERAS mente: Como sinónimo de material, vtsible, creado, terreno... , bien sea en un sentido EStricta y absolutamente material 29 o bien con cierto ca– rácter o respecto personal, espiritual, en una acepción peyorativa, co– mo contrapuesto a io celeste, superior y sobrenatural ªº· 2) En sentido personal: Es dedr, en cuanto entraña un significa– do humano. Como bajo este respecto entra de lleno en nuestro estudio, es preciso di'stinguir en él cuidadosamente otra doble acepción y al– cance: En general: Significando, globalmente, los hombres, la gente, el gé1iero humano que habita la tierra 31 • En particular: Como el conjun– to de fuerzas, externas y aún internas al individue. que sobre la tie– rra se oponen, directa o indirectamente, al reino áe Dios, a lo cris– i'::no. Sea considerado: ,;) en una dimensión abstracta y universal, cu– me el ·•reino del pecado", compuesto por todos los hombres dados a las concupiscencias, al dominic multiforme de Satanás, príncipe de fo.. das las fuerzas "mundanas" OP.Uesta:s al reino de Cristo, que e;; espi– ritual, no de este mundo i 2 ; o bien b) concretizado históricamente al pueblo judío, con'spirador y opositor inmediato contra Jesús y su doc– trina 33 •. A rste propósifo es digno de advertirse el sentido peyorativo que frecuentemente tiene lc.t palabra "judío" -mundo histórico de Cris– to y sus primeros discípulos -en San Juan, comprendiendo dimensi– vamtnte gran parte de la masa corrompida del pueblo, y. 'S'Obre todo de sus jerarcas 34 • Como es lógico, sólo en este último sentido "personal", considera– do en toda su extensión, eF sobre todo posible inlsertar en el caso pre– sente, como a continuación diremos, lo específico de nuestro trabajo. Y aún más en concreto, de modo característico, en el sentido peyorati– vo del mundo, significación la más frecuente en el cuarto evangelista. Reducimos así previamente el- concepto de "mundo", no porque el mundo en su totalidad no pueda decir respecto ético al hombre, cris– tiano o no, sino porque en el campo de su sentido personal resulta más propio el estudio de la moralidad y, sobre todo, porque es ahí, y cimcretamente en su sentido peyorativo, donde la incardina San Jual". 29. lo 11,lt. JO. lo 8,23; 12,25; 18,36; 1lo 2,15-17. 31. lo 1,29; 3,17.19; 4,42; 6,33.51; 7,4; 8,12.26; 10,36; 12,19.47; 14,22.31; 17,21.23; 18,20. 32, lo 1,10; 7,7, 12,31; 14,17.30; 15,18; 16,8.11.20.33; 17,9.14,25; I lo 4,4s I lo 5,19. 33. lo 17.14. 34. Cf. GRANDMA1s0N, S.I., ]ésas Chrlat" (Paris,1931) 1, 770,n.2 y 181-182;Aroc 2,9; 3,9; SA1Nz, S.I., ún parábola• del Eoimlfello (Bilb■o,19'.16) 'r/,

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