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(55) ASPECTOS DEL MOVIMIENTO Ml:-iIONERO (1618-1650) poco descontento y provocó algunas protestas. Y dado que de él se sirvieron los propagadores de la idea misional para tachar de contrarios a los Provinciales de Castilla, es justo que el lector conozca el tenor del mif<mo. Muy poderoso Señor, el secretario D. Gabriel dt> Alarcón me ha dado aviso de cómo V. A. me manda le informe dd mímero de los Religio,os que por orden de Su Santülad y Sacra Congregación de Propaganda Fide van a la missión del reyno del Congo, del intento que llehan, de qué na– ción son y qué conveniencias o inconveniencias podrán resultar de darles licencia para yr .al Japón o Philipinas, dando juntamente mi parecf'r. Y así en cumplimiento de la orden de Y. A. responderé a cada punto por orden, cmno se n1c ordena. El número de los, que van es de dozc Religiosos, de los qual(•s uno es castellano, otro andaluz, otro navarro, otro sardo, otros tres hay de la Corona da Arag/in, y todos los demás son italianos; y el Prefocto desta mis8ión lo es v se llama Frav Buenaventu1'.a de Alessano. El intento de los Religiosos es sau'ctíssimo y ele mucha edifi– cación y p1·ovecho de las almas, porque es tlc predicar el sancto Evan– gelio a los infieles y de instruirlos en nuestra sancta foe y de pro– pagarla, sí pudiesen, en todas aquellas regiones. Y los Religiosos del– los que por acá conocemo8 son hombres -de aprobada vida y sanctas costumbres, y ésto;;, y todos los demás misionarios están aprohadmi de sus Prelados para este intento, y como tales propuestos a la Sacra Congregación de Propaganda Fide. En quanto a las conveniencias o di,,convcniencias fJUe en la yda de los Religiosos puede aver, se puede hacer consideración de do~ viajes diferentes; o del que llehan por orden de Sn Santidad para el reyno del Con¡¡;o, o del que pretemlen llehar con licencia de V. A. para la;; Philipinas o Japón. En quanto al primero, aunque el fin, como he dicho, y el intento e,, sanctíssimo, los medios son dificul– tosíssimos y casi imp-osihles, .así por parte de la navegación como del tfamino. Por parte de la navegación, porque según la relación que hasta aora tenemos es con un mal nahichuelo de ciento y cin– quanta toneladas para un viaje tan largo y yendo expuestos a ser cautihos, presos o muertos de 1noros y hereges, particularmente olan– deses y de franceses, o de otros qualesquier enemigos desta Corona, y lo que más es las furias del mar Océano con una tan flaca defensa como es la del :nahío que lleban; cosas todas que parecieran empren– didas eon desesperación y, ahorrecimiento de la vida, si no supiéra– mos el santo celo que les muebe. Por parte del téi-mino, porque van a un reyno de infieles ya instruídos en la heregía por lo,, 01.andeses y enseñados por los ministros hereges a aborrecer a los cathólicos y .a la doctrina cathólica, como sumamente p·ernicioea para las repú– blicas y para las almas, y con 1 esta consideraci<1n y herror han que– mado las vestiduras sacerdotales que tenían y los misales y lanzado de sí los eacerdotes cathólicos ,que les avían empezado a enseñar nuestra sancta fee; y por el mismo caso no parece que darán lugar a que entren los dichos Religios,os en sus tierras, porque si han eehado los sacerdotes cathólicos que tenían, ¿ cómo .admitirán los que bienen

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