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6 P. MELCHOR DE POBLADURA (54) ser estudiado detenidamente por la resonancia que tuvo en– tonces entre los Capuchinos españoles. Dos eran los reparos fundamentales que los Superiores de Castilla oponían a la iniciativa misionera del P. Gaspar de Soria (1632-1637) y que en definitiva malograron los deseos de esta alma apostólica, es decir, la escasez de personal en la provincia y la imposibilidad de visitar, según prescribía la Regla, a quienes eventualmente se destinaran a evangelizar a los infieles ( 9). El primero respondía a una causa contingente, mientras que el segundo radicaba en una razón de principio. Al llegar a la Corte los primeros expedicionarios del Congo a fines de 1643, las dificultades todavía no se habían resuelto y los Superiores persistían en la misma opinión. Así lo manifesta– ba a la S. Congregación el Prefecto P. Buenaventura de Ales– sano el 14 de febrero del año siguiente, solicitando de la misma el permiso para alistar entre sus cooperadores a los PP. Bue– naventura de Cerdeña y Juan :de Santiago y disipar de esta ma– nera el malhumor de los Castellanos, que eran los únicos hasta entonces excluidos de la expedición, « porque el Provincial no quiere )) ( 1O) . Regía a la sazón los destinos de la Provincia el P. Alejandro de Valencia (11), quien tal vez se opusiera a aquella empresa por razones de prestigio nacional. El 10 de junio de 1644 le su.cedía en el cargo el P. Cristóbal de Moren– tín ( 12), de carácter muy diverso, pero de miras idénticas so– bre las misiones entre infieles, aunque fueran de otra índole los motivos de su conducta. El Consejo 1 de Indias se dirigió a él con fecha 24 de septiembre, pidiéndole un informe sobre el memorial presentado poco antes por Fr. Francisco de Pamplo– na acerca de una proyecta·da misión al Japón o a las islas Fili– pinas; y el P. Cristóbal contestaba el 1 de octubre con toda franqueza, y su opinión fué ratificata por todos los Definidores. Al divulgarse luego el contenido de este informe, causó no (9) Cf. MELCHOR DE PABLADUHA, art. cit., p. 221-223. (10) Cf. Arch. Prop. Fide, Scritture antiche, vol. 123, f. 150. (11) Era una de las figuras más destacadas de la provincia en aquel <pe– ríodo, consejero y predicador de Su Majestad, consultor y calificador de la Su– prema Inquisición, confesor de la Infanta, adornado de excelentas prendas para el gobierno. Fué elegido ministro Provincial tres veces, desempeñando dicho cargo desde el 15 de mayo 1630 hasta mayo 1634, ·desde el 23 de agosto 1641 hasta al 10 de junio 1644, y desde el 9 oct. 1648 hasta 1651. Además governó la Provincia andaluza desde el 24 de diciembre 1638 hasta el 30 de abril 1640, en calidad de primer Superior de aquella Provincia. Cf. BUENAVENTURA DE CARROCERA, O.F.M.CAP., La Provincia de los Frailes Menores Capuchinos de Castilla,, t. I, p. 124 sq., 379 sig., Madrid, 1949. (12) Había tomado el hábito el 29 de marzo de 1620, después de haber cursado fos estudios en la universidad iJ.e Salamanca. En la orden se distinguió p·or su vida ·ejemplar y por la práctica eminente de las virtudes religiosas, que le hacían sumamente amable. Dos veces desempeñó el oficio .de Provincial, a saber desde el 18 ,de agosto 1636 hasta el 7 de octubre 1639, y desde el 10 junio 1644 hasta su muerte acaecida el 31 de agosto de 1645. C.f. BuENAVENTUR.l DE CARROCERA, lug. cit., p. 129 sig.
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