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(59) ASPECTOS DEL MOVJMJENTO l\lISIOi\:ERO (1618-1650) l l autor de estas frases non había leido el texto del informe, qne he– mos copiado, en el que tan claramente se habla de las diferentes misiones; pero su conducta sirvió para propagar y fundar más y más el convencimiento de que el Provincial de Castilla era con– trario a las misiones. Y aparentemente a lo menos vino a ,darle razón otro documento oficial. El 13 de junio de 1645 el P. Cris– tóbal entahlaba recurso ante la S. Congregación para que ésta no permitiera que se trasladaran a Madritl los religiosos an– daluces para agenciar asuntos de misiones, puesto que no era necesario, y si se les concedía a ellos, luego seguirían su ejem– plo los valencianos. He aquí ws palabras: Eminentfaimos Señores, Los Padres Capuchinos ele la provincia de Andaluzía han obte– nido de esa Sacra Congregación de Propagamla Fide licencia para yr misionarios in Regnum Nif{ritormn. Pretenden venir a esta Corte de Madrid a solicitar tw·s diligencias: la primera pedir li.<"encia al Consejo para entrar a las India,,; la segunda pedir a1 Rey nuestro Señor em– hareación; la terzna ayuda~ de co~ta para ella. Con toda modes,tia religiosa propondré las imposihilitlades d,· la pretensión para que la Sacra Congregación pueda con mayor deliberación juzgar ú es com– heniente que esto.; Padres de Andaluzía vengan a esta Corte para la pretensión de arriha. La primera diligencia se les denego a unos misionarios llcl Congo de m1estra Orden, no jnzgando por comheniente f'l Consejo de Indias que en aquellos reynos entra,,f'n religiosos 1nás qui~ d!' las OrclPtrns que allí ay. Con rptc rsta pretensión de los Padres misionarios del Amlaluzía ya es imposihle. La segunda diligencia de la emhaffación también se le,; fué denegada a los misionarios del Con¡ro, por juzgar inevitahle y cierto el peligro de p•erderse la nave y gente que avía de governar por la larga navegaciún, por ser solo el vaso y por estar la mar llena de corsarioi- y f'llemigos. Con que también por esta parte queda imposihilitad.a la eegunda diligencia que en c,,ta Corte quieren hazer los Padres misionarios de la Provincia de Andaluzía. La terzera diligencia por qne quiPren venir a esta Corte es para solicitar todo el subsidio necesario para e,;,ta embarcación. El Rey nnPstro Señor con la ocasión tan grande de sus guPrras tiene sus hasallos dernn– ¡¡;rados 1,in poderlo escusar, y tan oprimidos eomo la experiencia lo muestra. Querer los Padrt>s misionarios del Andaluzía en esta pre– tt>nsión que los MinistroR de Su Magestad cle8an¡¡;ren má,;, sus vasallo,, el juizio y rnntimiento desta pToposieión {'11 qualqu,er Pntendimiento hien se cono<;e quan intempestiha es y ,,in razón. Y es tanta vndad sionari, e che nelli hisogni ci favorischi, e che non facci a sapere nesmna cosa rhe trattano con lui li missionari alli Padri Capuccini della Provintia di Casti– glia, perche ci sono stati contrarissimi a Madrid, e non e mancato per loro che la nostra misúone svanischi affatto, se Icldio prima, il Re Catholieo tanto affe_ tionato alla missione, e diligenza di Fra Francesro de Pamplona, mio compagnn, non l'havessero favorita >>. Cf. Carta de Buenaventura cle Ales,ano a :Mons. Francisco Ingoli, Sevilla, 8 nov. 16-14, en Arch. Prop. Fide., S<'ritture antiche, Yol. }23. f. ] 25.

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