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ENCICLOPEDIA DEL MUNDO CATÓLICO dentes de sus obligaciones y de su carácter religioso. Al mismo tiempo que sus reuniones son un testimonio mutuo y una ocasión de compartir experiencias y un modo de sentirse doblemente comprometidos, sirven para el estudio de temas relacionados con la espiritualidad matrimonial. La Obra Apostólica Familiar «es una agrupación de matrimonios católicos, plenamente hifa de nuestra época, para colaborar en el apostolado seglar de la Iglesia, buscando los caminos propios de una vida cristiana perfecta en el matrimonio y en la familia» (28). Los «equipos matrimoniales» sirven para propagar la doctrina de la Iglesia, para ayudarse con el ejemplo y para orar mutuamente en las dificultades. La finalidad de estos equipos mtrimoniales es la misma, aunque sus estatutos tengan ligeras diferencias, más bien en cuanto a las prácticas piadosas. Todos ellos forman en Es– paña la MOCEAM (Movimientos Católicos de Espiritualidad y Apostolado Matrimonial). En otros países existen organizaciones similares y se van convirtiendo en un instrumento apostólico muy eficaz. Por desgracia no se han extendido a todas las clases sociales. E) En el futuro habrá que prestar más atención a los matrimonios mixtos. En algunos países han sido siempre un problema. Pero después del Concilio no parece pueda seguirse actuando con medidas de apostolado «negativo», es decir, encaminadas a dificultar las uniones de personas de disparidad de cultos. La movilidad geográfica hace posibles los matrimo– nios mixtos, incluso en países tradicionalmente católicos. En estos casos se requiere una pastoral social del medio, institucionalizando las relaciones prematrimoniales con orientación religiosa, fomentar la responsabilidad religiosa y el respeto mutuo en sus div,_,rsas creencias, destacando el ca– rácter religioso y sagrado del matrimonio. Pero recae principalmente sobre el cónyuge católico el dar testimonio de su fe con una vida religiosa to– lerante y sincera, aprovechando las ocasiones familiares del bautismo y de la comunión de sus hijos para instruir al otro consorte en el significado de estos sacramentos, solicitando de Dios la gracia de la misma fe y de la misma participación en la unión de Cristo con su Iglesia. 1118