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ENCICLOPEDIA DEL MUNDO CATÓLICO rácter subsidiario, permaneciendo firme el principio de que la obligación recae, primaria y directamente, sobre los miembros de la familia, y a ellos corresponde la tarea de conseguir los medios necesarios para el mante– nimiento de la familia. D) La familia como comunidad educativa.-La familia es una insti– tución educativa, porque es portadora y creadora de cultura. Su función educativa es, además, integral, porque abarca toda la personalidad hu– mana y todos los miembros de la familia. Esta formación se extiende al aspecto social, cultural y religioso de la personalidad. Los padres, educa– dores natos de la prole, empiezan por educarse a sí mismo al ejercer Ja autoridad y tomar en serio las responsabilidades de su papel social, al mismo tiempo que se sienten controlados por la presencia de sus hijos. Los padres trasmiten a sus hijos los valores morales y religiosos y los com– portamientos adecuados para las diversas situaciones sociales; van desarro– llando en ellos todo un sistema de controles internos que, con el tiempo,. harán superflua la vigilancia externa. Los hermanos se educan entre sí: ellos desarrollan igualmente todo un sistema de controles que les permite superar los comportamientos primitivos y aprender a dominar las múltiples situaciones nuevas. Los niños, en virtud de una menor distancia en la edad, pueden imitarse más fácilmente y corregirse en las recaídas, sin que ello produzca fenómenos de frustración o complejos de inferioridad. La ventaja de las familias numerosas es que se facilita un aprendizaje de los papeles sociales más fácilm~nte. Las múltiples relaciones y situaciones que les presenta la vida conjunta, la jerarquía y la consiguiente responsa– bilidad de los mayores para con los más pequeños y la continua emulación en los comportamientos modelos van fortificando las motivaciones de ac– tuación que servirán de ideas directrices en las situaciones inéditas que les presente la vida. Por otra parte, la educación es el complemento obli– gado de la procreación. Desde el primer momento de la existencia se in– culcan formas de actuación y se movilizan los dispositivos internos del apetito en las relaciones «objetivas». a) El derecho y la obligación de la educación de la prole recae direc– ta y primariamente sobre los padres.-A este proceso educativo se le ha. llamado el «segundo nacimiento» o «génesis socio-cultural» de los indivi– duos. Existe, además, una tendencia congénita a formar a los hijos a «imagen y semejanza» de los padres. En segundo lugar, desde el primer momento, la prole se encuentra en una situación de total dependencia res- 1110

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