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ENCICLOI':EDIA DEL MUNDO CATÓLICO saria para obtener la c·onstancia en el cumplimiento de los deberes y parn fomentar la generosa y sacrificada dedicación mutua. El uso respetuoso de ios sacramentales, como el agua bendita, la señal de la cruz sobre los enfermos y los niños, la bendición de la mesa, las penitencias comunitarias coincidiendo con el ciclo litúrgico penitencial, los objetos piadosos decorando el hogar, pueden ser la expresión de una vida hondamente religiosa. Este ambiente de religiosidad tiene una fuerza pe– dagógica eficaz. Precisamente porque, en su forma visible y sencilla, está al alcance de la mentalidad infantil. En la familia aprende el niño los valores religiosos y la psicología religiosa infantil se forma o se deforma primeramente en ese medio ambiente. Aunque la gracia de Dios es un don gratuito, se requieren ciertas disposiciones humanas para que las re– laciones de Dios con el hombre se desarrollen nom1almente. La familia que no logre crear un ambiente religioso, sano y alegre, incapacita a los hijos para comprender a Dios como un padre amoroso, que merece nuestra incondicional adhesión y confianza. 2.4. El matrimonio, sacramento de la Iglesia. Jesucristo ha confiado a la Iglesia toda competencia sobre el matrimo– nio entre cristianos. Esencialmente es un don de la Iglesia a sus hijos. Esto autoriza a la Iglesia para fijar condiciones y normas reguladoras. Estas se encuentran compendiadas en C. I. C. (can 1012-1134). La Iglesia Orien– tal, por su parte, también fijó la regulación del contrato matrimonial en el «Motu Proprio «Crebrae Allatae», de Pío XII, de 22-2-1949 (AAS 41 (1949), 89-177). Las leyes del Derecho Canónico sobre el matrimonio están rela– cionadas con los contrayentes, expresadas en forma negativa, como impedi– mentos, y establecen las cualidades de que deben estar adornados los contrayentes. Estas cualidades se refieren a la edad (dieciséis años para él y catorce para la mujer), cualidades fisiológicas (impedimento de im– potencia), cualidades morales y sociales, como la libertad (impedimento de rapto), la honradez (impedimento del vínculo, de crimen, de orden sagrado, de voto solemne o simple). Las leyes relacionadas con la comu– nidad establecen la instrucción de un expediente y el testimonio de ido– neidad por parte de la comunidad por medio de las proclamas o amones– taciones. Otras leyes se relacionan con la celebración del matrimonio, estableciendo el lugar y el ministro competente y los testigos idóneos: debe celebrarse en la parroqu1a de la novia, ante el párroco o delegado 1100

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