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......I•R.___51X'r0 __:'-1,"... m; .. PJ•:SQl!!,R,',, •. º•.J•.. M., _CM'...................................................... tal auge, que hoy tiene su sitial reservado en las_ aulas de las más renombradas Universidades, y la misma Iglesia, por la constitución "Sedes Sapientiae" (de 31 de mayo de 1956), la acaba de imponer como obligatoria a todos los nuevos sacer– dotes de los Institutos religiosos dedicados a la vida apostólica. Son ya varios los Centros de Estudios Pastorales que funcionan en el extranjero; y, en nuestra Pa– tria, se inició en el año académico 1957-1958 un curso de Pastoral en la Pontificia Universidad de Salamanca -y en él desarrollamos varias clases-. Y si, como todo lo que comienza, este primer curso· no llegó a su pleno de desarrollo, el solo hecho de iniciarse y en centro de tanto renombre como la Pontificia Universidad, marca un firme jalón para determinar días de gloria en las actividades de apostolado .de la Iglesia de España. El objetivo que la Pastoral se impone de continuo es la "aedificatio Corporis Christi", partiendo del dato revelado y de la tradición viviente de la Iglesia. Y en este empeño -al igual que la tradición eclesiástica importa estos dos ele– mentos : verdad· y vida, ser y acción, germen y crecimiento, ideal y adaptaciones-, la Pastoral encarna, asimismo, una historia compleja de variabilidad y permanencia, de ideas e instituciones, de hombres y de hechos, de avances y hasta de retroce– sos, casi en constante alternativa. Y es que en lo humano, la Historia de las ins– tituciones forzosamente es historia de variaciones. Pero, en medio de esa inestabilidad, la Iglesia toma, en pastoral como en dogma, conciencia de lo permanente del depósito sagrado recibido de su Fundador; y el Espíritu Santo es quien la inspira y guía, el que, de modo constante, hace presente la acción continua del Buen Pastor en el mundo hasta el fin de los siglos. La Pas– toral no crea, ni inventa; administra y pone en rendimiento los tesoros celestiales que han sido entregados por Jesucristo a la Iglesia. Y como ésta, es decir, la Iglesia, siendo "cuerpo místico de Cristo" no se con– funde ni identifica con El, pero su aspiración vital es en cada momento apropiarse con mayor intensidad y perfección su vida humano-divina; así, la Pastoral, en su tarea permanente de laborar en el crecimiento del cuerpo místico, tampoco dice basta, ni se siente satisfecha de sus obras ni de sus instituciones. Es una fuerza - vital de la Iglesia militante en constante esfuerzo de expansión y en vigoroso ritmo de resurgimiento. La Pastoral engloba el triple contenido del plan de salvación que todos conoce– mos, en términos de escuela, con las siguientes denominaciones: a) "sacrare", o sea, Pastoral Litúrgica y Sacramentaria; b) "Docere'', es decir, Pastoral del Apos– tolado o "ministerium verbi" ·en todas sus formas; c) "reger,l', esto es, Hodegética o Pastoral de dirección y mando religioso, que compete a las jerarquías y sus delc¡ados.

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