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DOS TEÓLOGOS FRANCISCAl-iOS DEL SIGLO XVI ... 4J9 posibilidad de la visión divina, tienda a ella sin auxilio especial de Dios, lo que sería un deseo ineficaz (160). Donde el ataque de Cayetano contra la teoría del apetito natural se hace más fuerte es en lo vana que resultaría una potencia natural que carezca de un principio natural correspondiente que la actúe (161). La respuesta de Rada en el libro primero de su obra parecería dejar intacta la dificultad: esta potencia no es vana, porque de hecho encuentra su actuación por un principio activo, aunque éste no sea natural (162). Es éste un punto importante por lo difícil que aquí se hace la doctrina del apetito natural. Rada se propone la dificultad otra vez en la contro– versia primera del libro cuarto. Y en la solución de la misma explica lo que puede ser clave para ordenar su pensamiento escotista: No siempre es necesario que la potencia activa correspondiente sea natural ni que se encuentre en la naturaleza creada. Basta que se dé en el campo del ser, aunque sea en la naturaleza increada. Entonces esa potencia activa es sobrenatural, porque la virtud divina al obrar fuera de sí misma nunca es natural sino voluntaria y libre (163). Partiendo de esta libertad de la potencia activa, el hecho de que la potencia pasiva reciba la perfección sobrenatural no puede significar sino una prueba de que el apetito natural no es a lo imposible y que sólo puede urgirse el principio de que una potencia es vana, cuando esté abierta a lo imposible. Pero aquí se tiene una posibilidad que depende de una libertad y cuyo no cumpli– miento no resta nada a la perfección del ser creado. Reconocemos que Rada, suponiéndolo ciertamente, no insiste dema- (160) ... dico non es:'C necessarium quod desiderium naturale ultimi finis sit effi– cax quoad assecutioncm finis dcsiderati, sed suHicit, quod natura quantum est ex parte ejus, inclinet quantum potest: potentia enirn visiva ca,eca naturaliter est pro– pensa ad visum, ejus tamen desiderium non est efficax quoad finis consecutionem. l'raeterea. Si de desiderio, quod e,t actus elicitus voluntatis, loquamur, non oportet etiam quod sit ,efficax, quia apprenhensa beatitudine ut possibili, potest voluntas voJitione quadam inefficaci sine auxilio Dei ipsam velle et desiderare. lb., p. 22b. (161) Cuicumque potentiae passivae naturali correspondet sua activa na,turalis. Iú., P. Za. Cfr. Ar.FARO, o. c., p. 121. (162) Nec inde sequitur hujusmodi potentiam esse frustra: quia Jicet non po 0 sit ad actum rcduci (ut diximus) per potentiam naturakm, reducitur tamen ad actum per aliam .potentiam, quod sufficit ad hoc. ne dicatur esse frustra: nam solum dicitur illud esse frustra, quod suum finem non consequitur. lb., p. 23b. (163) ... non semper est necessarium quod illa potentia sibi correspondens sit natura.lis neque semper in natura creata. Sufficit enim quod sit in toto ente, ,.d minus in ,ente creato et in natura increata. Et tune illa potentia activa est superna– turalis, quia virtus divina ad extra numquam est naturalis sed libera et voluntaria. lb., pars. IV, contr. 13, art. 4; p. 425a.

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