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418 REVISTA ESPAÑOLA DE TEOLOGÍA.--Bernardino de Armellada que la creatura posee por sí misma y el decreto o disposión divina que ordena positivamente a la consecución de la gloria (157). Una respuesta de Rada a otra dificultad crece en interés por descubrir un matiz de la metafísica escotista del sobrenatural. Se parte en la objeción de que no existe inclinación natural a la gracia. Y se concluye, por la conexión entre la gracia y la gloria, que tampoco se puede admitir incli– nación natural a la gloria o fin sobrenatural (158). He aquí la respuesta: Se podría negar simplemente el supuesto, concediendo que también la gracia entra en el campo de la inclinación natural. Pero es posible, además, apelar a que no siempre los medios siguen en este punto la condición del fin. El ejemplo que propone es el del ciego que se inclina naturalmente a ver y no al milagro que le restituya la vista (159). ¿Cómo se aplicaría esto a la gracia? La inclinación al fin sobrenatural es natural respecto del fin en cuanto perfección y no respecto del agente voluntario, fundamento de todos los medios eficaces para conseguir el fin. Y en la realidad de la gracia puede también hacerse una distinción: en cuanto participa de la realidad del fin último como objeto (esencia de Dios) y en cuanto parti– cipa de la acción dinámica del agente sobrenatural (voluntad libre de Dios). Y según uno u otro aspecto se daría o no en el alma inclinación natural respecto de la gracia. Por esto, el deseo natural del fin último no debe ser necesariamente eficaz. Basta que la naturaleza se incline en cuanto le es posible. Ni siquiera se requiere que sea eficaz el deseo elícito de la voluntad respecto del mismo fin último; pues es posible que una voluntad, conocida la (157) ... respondeo, concesso antencedente, negando consequentiam, si ,praeordi– natio dicat naturalem inclinationcm et propensioncm: si vero dicat ordinem et dis– positionem divinae voluntatis qua 110s ad gloriam eHicaciter obtinendam praeordinat, concedo consequentiam: haec enim ordinatio est a gratia Dei et non a princip.iis naturne, estc¡ue praedestinatio, quae est gratuitum Dei beneficinm. lb. Efica,1 no puede tener aquí el sentido de consecución infalible, sino meramente de ordenación positiva con medio, capaces de por sí ,para la consecución del fin. (158) In homine non est natura!is inclinatio ad gratiam, ut de se patet: ergo nec ad gloriam Patet consequentia: quia si non cst in aliquo naturalis inclinatio ad ultimam dispositionem ad formam, minus erit in eo inclinatio ad talcm forman. lb., p. 16a. (159) ... duobus modis responderi potest. Primo negando antecedens: quia (ut supra dixinms) in anima nostra est natnralis inclinatio ad omnem fonnam perfi– cientem ipsam. Secundo dico, quo<l transeat antecede.ns, et nego consequentiam: ali– qua ením res potest inclinari naturaliter a;d finem et non ad media, sicut caecus naturaliter inclinatur ad visum, sed non ad miraculum quo habetur visus. lb., p. 22a.

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