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DOS TEÓLOGOS FRANCISCANOS DEL SIGLO XVI. .. 417 Es una incognoscibilidad que todos los doctores admiten (152). Y todos la admiten deduciendo de ello la necesidad de la revelación. Necesidad que es absoluta según Escoto, por el hecho de que Dios sólo puede con– ceder la visión beatífica por un acto de su libertad (153). Y si Rada se encuentra en el libro primero con la preocupación de salvar la necesidad de la revelación, pretenderá decir que siempre habrá algo de naturalmente incognoscible en nuestra relación con el fin último sobrenatural: si no la posibilidad absoluta de que Dios se manifieste claramente, por lo menos el hecho concreto del destino, es decir, la razón última de que eficazmente se tienda a él, que es la voluntad divina. Y no habría dificultad en ver lógico su razonamiento: nunca sería posible naturalmente una conclusión cierta sobre la realidad concreta del fin último sobrenatural (154), quedando un término de cognoscibilidad que no se opone al misterio de la esencia íntima de Dios ni a la determinación imprevisible de su voluntad (155). 5. Esta distinción la aduce Rada en otra ocasión y con otro motivo. Es una dificultad que se opone a la teoría del apetito natural: ¿cómo puede existir una inclinación natural a la visión clara de Dios, la cual sólo puede proceder de una determinación sobrenatural del mismo Dios y no de los principios naturales? (L56) La dificultad proviene de confundir dos cosas que son diferentes: no es lo mismo la inclinación o propensión natural visionem Dei esse suum ultimum finem, disputabitur in contrnvesiis libri quarti. lb., P. 21b. (152) Quod Deus sit finis noster attingibilis a nobis per claram ejns visionem, non potest ratione naturali probari. Condusio est Scoti ... et est commnnis sententia omnium theologorum. lb·. p. 20a. (153) Cfr. ALFARO, o. c., p. 72, nota 159. (154) Cfr. nota 148. (155) Esta distinción podría ser algo semejante a lo que en nuestros días ha defendido el preclaro P. G. de BrogEe, S. J. Cfr. princip:!lmente: De la phice du surnature/ dans ili phi/osophie de S. Thomas: Rech. Se. Rel. 14 (1924), 482-484. Du caractire mystérieux de notre élévatitm surnaturelle: N onv. Rev. Théol. 64 (1937), 350-351. Y en una contrarréplica al P. Descoqs, dice: "Notons ,des maintcnant qn'esti– mer démontrable la possibilité d1t jait do la vision béatifique n'est pas la m['.me chose qt"'estimer démontrable la possibilité dzt nvystcr.e de la vision béatifique. Nnance délir.ate a saisir, mais importante..." Le mystere de nutre Névatio.11 surnatiwelle: Nouv. Rev. Tl~éol. 65 (1938), 1153, n. 5. (156) Non ex !ege naturali nec ex principiis naturac sed ex su.pernaturali ordine ,,umus praedestinati ad Dei visionem et fruitionem: ergo non ordinanmr ad illam natura!iter. Contr. theo/., pars I, c,ontr. 1, p. la. Estrictamente hablando, no es lo mismo ordenacifm a la visi(m de Dios, que en el onien actual compete a todos los individuos de la es¡;ec-ie humana, y predestinación, que sólo reGLe sobre los que de hecho y en virtud de ella conseguirán la visión de Dios.

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