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DOS TEÓLOGOS FRANCISCANOS DEL SIGLO XVI. •• 407 mente porque son auténtica perfección del entendimiento (108). Es simple aplicación concreta de un principio más general: todas las cosas tienden a su perfección. Y la máxima perfección del hombre está en los actos sobrenaturales (109). La fuerza de estas pruebas depende de su fundamento: se necesita proporción o conformidad entre la inclinación de un ser a la perfección y la forma perfectiva que recibe, para que ésta sea de verdad su perfección. Aquí Rada se pone frente a Cayetano de un modo directo y no sim– plemente, como Liqueto, haciendo caso omiso de su terminología. Cayeta– no pregunta: ¿Qué se entiende por ese adjetivo posesivo su perfección, cuando se dice que todas las cosas se inclinan naturalmente a su perfec– ción? Porque si se entiende en cuanto se recibe un acto, se da el caso de muchas cosas que reciben una actuación violenta (como la piedra que se perfecciona en su potencia locativa estando en alto, a lo cual no se incli– na naturalmente). Y si su perfección se considera ya como algo a lo que se inclina naturalmente una cosa, habría manifiesta petición de princi– pio (110). Esta disyunción de Cayetano no es completa, según Rada (111). Su argumento, tal como está formulado, no toca la razón aducida; pues el término su perfección no se toma en ninguno de esos dos sentidos: no en el de actuación violenta, pues más que perfeccionamiento sería vio– lentación de la potencia; ni tampoco se supone lo que se quiere probar. (108) Si intellectus naturaliter tendit ,in cognitionem objecti naturalis causa est quia est ejus perfectio. Sed cognitio supematuralis praesertim beatifica est ma:x:ima et suprema perfectio ,intelleatus et ejus est capax. Ergo multa magis naturaliter incli– natur in visionem beatificam quam in aognitionem cujuscumque alterius objecti natu– ra!lis. lb., p. lOb-lla. (109) Unumquodque a@petit naturaliter suam perfectionem: ergo maximam per– fectionem maxime naturaliter appetit juxta sententiam Aristotelis 1 Meth. c. l. Sed visio clara Dei et actus supernaturalis est maxima hominis perfectio : ergo maxime natura]iter appetitur ab homine: ergo sumus in naturali .potentia ad supematurales perfectiones. lb., p. lla. (110) Huic argumento r,espondet Cajetanus in Opusculo de reru.m ,naturalium po~ tentia, quaest. 1 in hunc modum: Cum inquis : Potentia perficitur per actum suum et naturaliter appetit actum a,c perfectionem suam, aut !y "suam' per informationem actu ve! potentia, aut suam per natura[em proportionem seu inclinationem. Si primo modo (inquit Cajetanus) falsa est majer: 111am grav,e existens sursum est actus et perfectio ejus per informationem.. ., Si vero, secundo modo, est petitiio principii Íll1 ma minori, scilicet visio Dei est maxima hominis perfectio. Hoc enim est probalndum, quod talis visio sit hominis perfectio per naturalem inclinationem ad ipsam. lb. Cfr. el examen de estas ra.rones de Cayetano y Rada en Al.FARO, o. c., pp. 97 ss. (111) Advierte el P. Alfaro que "Rada fué el primero en notar que la ,disyunción de Cayetano no es completa". lb., p. 100, nota 31.

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