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El problema de las . vocaciones Misioneras Mucho se ha escrito sobre las vocacione,; sacerdotales y re– ligiosas, especialmente después del Concilio Tridentino. Los ascetas, moralista8 y canonistas, podemos decir que han agotado la materia. No sucede lo mismo con las vocaciones misioneras. Acerca de este tema hay pocos estudios serios y profundos. La mayor parte son artículo¡.; o folletos de divulgación llenos de entusiasmo y escasos de doctrina teológica. Para el teólogo uo basta uu efímero fervor subjetivo que de¡,;aparece como una lla– marada de pajas; son necesarios S()lidos argumentos objetivos fundados en la Escritura y Tradición ( 1). La vocación misionera e1, una realidad muy compleja y ofrece e:-;tudios muy interesantes hajo diver,;os aspectos; por esto, en uu articulo de limitadas dimensiorn.'i,;, 1101,, concretamo:– ;,ólo a dos puntos principale:,;, a 1,aher: nccesidod y naturaleza de la:,; vocaciones misioneras (2). 1. - NECESIDAD DE AUMENTAR LAS VOL\CIONE~ 1\HSIONEHAS El A¡hístol y Evan¡.wlista S. Mateo refiere que Jesú:,; reco– rría las ciudade,.; y aldeas em,eiíamlo en las sinagoga:,;, predicando el Evangelio del reino y curando toda enfermedad y toda do– lencia. Viendo a la mucliedumbre, se enterneció de compasión por ella, porque C8taban fatigados y decaídot! como ovejas siu pastor. Entonces dijo a lo:,; discípulos: <( Las mies es mw-lw, pero los obreros pocos. Rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies >> C). El divino Maestro mirando a las mie,,;es copioi,;as y maduras pensaha e11 los diligente,, agricultorcK 111 En ¡,:cncraL ,on rli¡.,;nos ,l,· alabanza lo, trabajo, prcst.•ntados en las Semmws Misionfll<'s <le Burgos: aunq1w 110 faltan irn·xa,·titndcs. Cfr. 11,lisiones Extranjeras (Burp;osl, julio-die. 19S5; enero-junio, 1956. 12) Tenemos cu prensa una obrita especial ,;ol,re el tema. \:i; Mat.. IX, 35-3B.

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