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:350 P. MONDREGANES o nada trabajaría por la prosperidad de la m1s10n. No se trabaja, cuando no hay amor; no hay an10r, cuando no se aprecia o no se quien· una cosa. La persona será quizá responsablt> ddante ,fo Dios por no corrPspondt>r o aceptar sus providenciales destinos; pero si la situa– ción y las condiciones del sujeto no cambian, será dP perjuicio a la misma müión. :1. Los seglares. -. ¿Necesitan los seglares una vocac1on especial para ser misioneros auxiliares? Entendemos por misio– neros seglares los que viven en el mundo sin ningún vinculo de vida religiosa. Son buenas personas cristianas que qmeren pres– tar sus serviciosa la causa de las misiones. Si estos talPs, hombres o mujeres, solos o en grupos, con sus fa. miliarPs o sin ellos, se ausentan de la patria, o aún en la niisma, siendo territorio de 1nisión, ,-;e c1msagran al st>rvicio de las misiones como auxiliares, catt>qnistas, nrnestros, n1édieos, artl.'fütnos, etc. en general ,;e prn·de decir que tienen una vocación especial misionera. La razón e~ porque ohran de una 1nancra sobrehumana, superior al cmnún ohrar de los hombres; tienen que vencer generalm.entt· no pocas dificulta– des y sacrificar no ,ólo sus intcn>.~t>s, sino que ta1nbién consagran sus personas y ~u actividades al bien de una Misión determinada. Esos ~acrificios por Dios, por la Iglesia y por las almas, salen de la esfera ordinaria de obrar de los cristianos. Necesitan gracias eHpeciales, auxi– lios proporcionados... llamamientos singulares. Esos impulsos y de– terminaciones espi>eiales exigen una H~rdadPra vocación misionera. Luego para ser misiont•ros auténticos en el sentido estricto de la pa– labra, ya sean s:u·t>rdotf•s, religiosos, religiosas, seglares, hombre;; o n1ujeres, nect>sitan una vocación t·spt~cial, es decir, que tt>ngan pro– pensión, inclinación, deseos para consagrarse a los fines verdacforos de las misiones; que sean idónt·rn, para ser enviados; que posean las cua– lidade,,; y aptitudes nect>saria¡.:; que procedan con recta intención; que sean llamados por Dios; y qne la autoridad competentf• oficialmente los destine al campo misional para consagrarse al apostolado y trabajar ,wgún su categoría. Trabajemos, put's, para suscitar vocaciones misionPras idóneas y hien preparadas a fin dP qm• el Si>ñor las mamfo a recoger las mieses copiosas ya maduras par la n~colección. p. Pío .M. DE MoNDREGANES
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