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EL PROBLEMA DE LAS VOCACIONES MISIONERAS 345 tambiPn sacerdotes que conserven las pos1c10nes conquistadas, atien– dan a lo.~ fieles, susciten y cultiven las vocaciones. Se debe atender a las dos cosas: conservar y conquistar. e) La vocaci<Ín misionera, dicen los defensores clt> esta opinión, no es nada añadido o distinto de la sacerdotal. Supone solamente en los sacerdotes una fr más viva, un celo más ardiente, un desprendimiento 1nás grande, un an10r rnás univPrsal, etc. Pero ;,n'conoccmos en todos los sacerdotes 1nisioneros un am.or más intenso a Cristo, una santidad mayor que en S. Francisco de Sa– les, S. Juan María Vianney, S. Roberto Belarmino, S. Alfonso de Li– gorio, S. Antonio dP Padua, S. Buenaventura, Santa Margarita de Alaeoque, S. Luis Gonzaga, Santa Gema G-algani, etc... ? Luego la mayor o 1nenor santidad, el amor más o menos intenso a Cristo y a las almas, es independi1,nfr y sqrnrablc de la vocación misionera. d) Insisten diciendo qnt' trahajar en el apostolado en países ca– tóli1·os o nitre infieles o en países acatólicos supone sólo difenm,cias muy a,ccident.ales: de iugar, distancia, métodos, costmnbres, dificul– tades, Ptc. J\'lá.;; adt'lantt' veremos. c01no existen diferencias específicas entra el apostolato sacerdotal y nliHionero. No t'S lo 1nismo el trabajar en una Jgle,,ia ya constituída y consolidada de derecho común; que en una lgle;;ia in fieri que se ha de plantar, extender, consolidar y conducir hasta la t•dad madura y poner al nivel y en las condiciones de las Iglesias cn países eatólicos. e) Para prohar su opinión aducen los testimonios de los Sumos Pontífices. Estos prueban todo lo contrario y están a nuestro favor co1no veren1os. OPINION NEGATIVA. - ()Lros auton\s niegan que en la vocacrnn sa– cerdotal vaya indnída la misionera y defienden que se necesita una vocación especial, ordinaria o extraordinaria, rnNliata o inmediata. Entre lo~ ddensores dP esta opinión po1fomo¿ enmnerar P. Fortu– nat,, ( 33 ), A. Perhal, O.M. l. (1 1), J. Malenfant, O. :F. M. Cap. C1 5), E. Liiffeld, C. S. Sp. (1 6 ), )VI. Lagnardia ( 37 }, Vanzin ( 38 ). El sacPrdo!P, por el mero hecho de serlo no t'stá obligago a ser misionero en el ~entido V('nl.adero y autt'ntico dt> Ia palabra. Para ser í13) Vornzíone missionaria. p. 16. ( 3-l) La vocazimw nusswnaria. en Pensiero l'ofissionario, anno 19°12, t. XIV, p. 289-'lO0; an. 1943, t. XV, p. 1-15. (3:;) La vocation Mission1111ire. Choix et prc,paration des camlitats, p. 11 y sigs. (36¡ /,e problúne cardinal de la Missiologie et des Missions catholiques, p. 295 sigs. Stokwt>g (liollandel, 1956. (_37) /,a vocación misionera a la luz del N.T. y de la teología católica, en Misiones Extranjeras (Burgos\, vol. IV, julio-die. 195:i, p. 36 sigs. (:l8J Nasre un misionario, Parma 1913. ;¡_ - Jinrpfe.

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