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150 I. IJUARtE 19) 1 Jn 4, 8. 16: «Dios es caridad» «Ruego a todos mis hermanos en la caridad que es Dios» (1 R 17, 5; 22, 26; lCtaF II, 19; 2CtaF 87). «Tú eres amor, caridad» (ElD 4). «Tenía la costumbre de que, cuando se le decía: 'Por el amor de Dios, dame la túnica, la cuerda' u otra cosa que tuviera, en seguida la daba por respeto a aquel Señor que se llama Amor. Se disgustaba mucho y por eso reprendía a los hermanos cuando observaba que alguno de ellos invo– caba por una bagatela el anzor de Dios. Decía: 'El amor de Dios es algo tan sublime, que no se debe nombrar sino raramente, en caso de gran ne– cesidad y con profundo respeto» (LP 90). 20) Ap 4, 8-11; 5, 12s: Aclamacio11es de alabanza, gloria y honor a Dios y al Cordero La oración de Francisco era casi exclusivamente de alabanza, de bendi– ción, de acción de gracias al Dios Altísimo. Y le agradaba unirse a la litur– gia celeste descrita en el Apocalipsis, haciendo suyas las expresiones de los himnos de alabanza. Especialmente repite con mayor frecuencia el es– tribillo: alabanza, gloria, honor y bendición (Ap 4, 9; 5, 12). Tales expre– siones se acumulan sobre todo en los escritos líricos: Alabanzas al Dios altísimo, Alabanzas para todas las horas y Cántico del hermano sol: AlD 2, 15; AlHor 1, 2, 3, 8; Cánt 1; 2CtaF 61.2 1 Traducción: Pablo Martín, O. F. M. Cap. 23 O. Van Asseldonk.: Sao loan Evangelista..., en Sel Fran n. 24 (1979) 459-483.

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