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TEXTOS DEL N. T. PREFERIDOS POR S. FRANCISCO 145 El solo es bueno (1 R 17, 20; 23, 9; 2CtaF 62; AlHor 11; Cánt 1). Dios es el bien, sumo bien, todo bien... (1 R 23, 9; AID 3; AlHor 11; _ ParPN 2). Fuente de todo bien (l R 17, 17-20; Adm 7, 4; ParPN 2). EJ es quien dice y hace todo bien en nosotros (Adm 8, 3; 12, 2; 17, 1). Francisco cambió el nombre al médico de Arezzo Bongiovanni, «por- · que no quería designar por su nombre a los que se llamaban 'Bueno', por respeto al Señor que dijo: 'Nadie es bueno, sino sólo Dios'» (LP 100; EP 122). 8) Le 22, 26: «El mayor entre vosotros sea como el menor, y el que manda, como el que sirve» Es el pasaje paralelo de Mt 20, 25-27. Francisco los pone juntos; pero hay un término que atraía especialmente su atención: menor. «Y el que es mayor entre ellos, hágase como el menor» (1 R 5, 12). «Pero aquél a quien ha sido encomendada la obediencia ( = el que ejerce la autoridad) y que es tenido por mayor, sea como el menor y sier– vo de los otros hermanos) (2CtaF 42). Son las dos únicas citas explícitas; no obstante, el término menor, me– nores, inspirado en este texto evangélico, aparece en todas partes. « Y nadie sea llamado prior, mas todos sin excepción llámense herma– nos menores» (1 R 6, 3); «Sean menores y estén sujetos a todos» (l R 7, 2); «Todos nosotros, hermanos menores, siervos inútiles (Le 17, 10)» (1 R 23, 7); «El siervo de Dios ... se estima menor que todos los otros hombres» (Adm 12, 3). La expresión sean menores estaba ya en la Regla primitiva, y fue ella la que sugirió a Francisco el nombre de la fraternidad (1 Cel 38). El Santo explicaba ..con frecuencia a sus compañeros el significado de tal denomi– nación (LP 58f, 101; 2 Cel 146). Con el tiempo, la Orden hizo una aplicación abusiva de otros textos evangélicos, poniendo en boca del Fundador una exégesis que no creemos que fuese suya, así, por ejemplo, Le 12, 32 -el pequeño rebaño, al cual el Padre ha querido conceder el Reino- y Mt 25, 40: «Cuanto hicisteis a uno de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis». La Leyenda de Perusa añade después de esta cita: «Sin duda se ha de entender que el Señor habló así refiriéndose a todos los pobres espirituales, pero prin– cipalmente previno el nacimiento en su Iglesia de la Religión de los her– manos menores» (LP 101; cf. 2 Cel 71; EP 26). Menor, en el Evangelio, tiene sentido de adjetivo comparativo en rela– ción a mayor; y así lo usó también Francisco. Era también el sentido social de la denominación mayores y menores en los CQmune~ de ltí",lia, Pero

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