BCCCAP00000000000000000001451

FRATERNIDADES CONTEMPLATIVAS 367 Replica Francisco: ¿Qué quieres que haga, Señor? Y el Señor a él: Vuél– vete a la tierra de tu nacimiento, porque yo haré que tu visión se cumpla espiritualmente» (2 Cel 6). La experiencia de esta fraternidad parte del presupuesto de que cual– quier esfuerzo de renovación para vivir integralmente la vocación fran– ciscana no puede prescindir de una fidelidad fundamental a la Regla de san Francisco. Esta fidelidad, que ha sido escogida como base del programa de vida de la fraternidad, no entienden los hermanos reducirla al rígido esquema de una observancia literal, sino que intentan situarla en continuación a la rica tradición capuchina que buscó desde los inicios de la reforma la fidelidad a la observancia espiritual de la Regla. Así, se refieren a las Constituciones de 1536, que comienzan con estas palabras: «Para que nuestra congregación, como viña del Altísimo Hijo de Dios, se conserve en la espiritual observancia de la evangélica y seráfica regla, nuestro ca– pítulo general...». La tensión entre la fidelidad literal y la fidelidad al espíritu aparece, sin embargo, en todos los puntos que la fraternidad se ha propuesto como camino particular de renovación. l) Fidelidad a la pobreza Entre las virtudes que impulsan el espíritu franciscano a una verda– dera reforma, es decir, la oración, la penitencia y la pobreza, el primer lugar, sin duda, corresponde a «Madonna Poverta». Esto prueba que la .práctica de la pobreza es un problema crucial para la Orden. Muchos hermanos han perdido la confianza en la posibilidad de una vida pobre y desconfían de las hermosas palabras de los documentos elaborados en los capítulos generales y en los consejos plenarios de la Orden. Conscientes de esta verdad, los componentes de la fraternidad de Apulia (4 religiosos), han querido manifestar en este punto de su progra– ma la decisión de vivir la pobreza en su forma más radical. Tienen fe en. las palabras del Evangelio, que aplican con toda literalidad: «Por eso os digo: no andéis agobiados por la vida, pensando qué vais a 1comer o a beber, ni por el cuerpo, pensando con qué os vais a vestir. ¿No vale más la vida que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?» (Mt 6, 25). En esta línea, la corimnidad no acepta ningún tipo de remuneración por los trabajos que realiza: misas, predicación, etc. La subsistencia física está confiada a los amigos espirituales y de ellos reciben las cosas necesarias para el vestido y la comida. Por fidelidad a la pobreza, la fraternidad renuncia también a todo medio de locomoción personal, a los instrumentos audiovisuales como la radio, televisión, aparatos fotográficos, etc.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz