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FRATERNIDADES CONTEMPLATIVAS 371 La fraternidad se ha visto enriquecida coh la presencia de jóvenes que pasan largas temporadas con los hermanos, hasta de dos o tres años, y que generalmente termina con una opción cristiana en medio de un mundo <;!n plena secularización. La actividad apostólica más importante es la que desarrollan entre los sacerdotes de la zona, verdaderos amigos de la fraternidad y que com– parten cori ellos sus preocupaciones pastorales. El obispo de· la diócesis ha comprendido así la misión de la fraternidad y le ha concedido amplío apoyo y confianza. . . La. ·iglesia de la .localidad -una belHsima iglesia románica. del si– glo XII- sirve a la fraternidad de marco para la oración comunitaria, a la vez que de centro de acción pastoral. El trabajo profesional de los no sacerdotes ha permitido una magnífica inserción en el pequeño poblado ·y en la región. A pesar de los límites que provienen de la imperfecta asimilación del proyecto evangélico, la fraternidad se declara feliz de la experiencia que está realizando. Piensa que es uno de los caminos del futuro de las frater– nidades franciscanas, llamadas a encontrar las verdaderas raíces de nues– tra vocación: la experiencia de Dios y de Jesucristo. A partir de ahí, se deben reinventar las formas de vida adaptándolas a los tiempos que nos toca vivir. CONCLUSIÓN Al término de esta comunicac1on sobre las fraternidades de retiro, quisiera enumerar, con espíritu crítico, los aspectos positivos y nega– tivos que presentan las experiencias de vida contemplativa franciscana; 1) Todas tienen como finalidad la observancia de la Regla de san Francisco, practicada «simple, puramente y con santa obra» (Test 38); Pero esto no puede realizarse sin un serio compromiso de vida contemplativa, lá ,cual debe ocupar el primer lugar y «a cuyo servicio deben estar las demás cosas temporales» (2 R 5, 2). 2) Ninguna fraternidad excluye el apostolado, realizado según el con– . texto cultural y las necesidades espirituales de cada país. El carisma per- sonal es respetado y estimulado por la fraternidad. · 3) En todas las fraternidades,· la estructura de base de la vida comu– nitaria está formada, según el espíritu de san Francisco, por· la Liturgia de las Horas, la Eucaristía y la meditación personal silenciosa. 4) Un elemento común a todas las fraternidades, que es muy .apre– ciado, es el silencio, que significa no tanto ausencia de ruido. cuanto presencia sentida de Dios.

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