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LA ORDEN DE PENITENCIA DE S. FRANCISCO 41 Digne ( + 1273) y sus beguinas 59 de Roubaud estaban influenciadas por la espiritualidad franciscana; llevaban vida común, pero no pertenecían jurídicamente a ninguna Orden. No se puede decir que todos estos grupos de simpatizantes fueran Penitentes de san Francisco, a pesar de que éstos serán conocidos vulgarmente en Francia, a finales del siglo XIII, con el nombre de «beguinos» y «beguinas». Datos seguros sobre la Orden de Penitencia de san Francisco, los en– contramos con ocasión de las disensiones nacidas en el seno de la Primera Orden con el movimiento de los Espirituales. No es este el momento de estudiar tan apasionante capítulo de la historia franciscana. Uno de los focos del rigorismo pauperístico de la corriente de los Espirituales surgió precisamente en la Francia meridional, siendo su jefe P. J. Olivi. Las ideas de. los Espirituales pasaron también a los Penitentes franciscanos. El inquisidor dominico, Bernardo Gui, en su Practica Inquisitionis here– ticae pravitatis (escrito entre 1323 y 1324), nos describe la secta llamada vulgarmente de los beguinos y beguinas. 60 Se llaman Pobres Hermanos de la Penitencia de la Tercera Orden de San Francisco; algunos viven en comu– nidad, y llaman a sus residencias Casas de pobreza; se reúnen en ellas los domingos y días de fiesta, tanto los que viven en común como los que viven en sus casas, juntamente con sus familiares y amigos, para leer los escritos de Olivi. Celebraban con gran fiesta el aniversario de la muerte de dicho franciscano (14 de marzo de 1289), a quien veneraban como santo. Con todo, según el testimonio del mismo Bernardo Gui, no todos los Penitentes franciscanos de la Francia meridional estaban en esta misma línea. Habían también muchos que no se habían dejado seducir por las doctrinas de los Espirituales. Pero esto será objeto de consideración posterior. 3. La personalidad jurídica de la Orden de Penitencia 61 En el siglo XIII encontramos una serie de documentos pontificios que tratan de definir y defender la personalidad jurídica de los Penitentes. Hasta hace poco, estos documentos eran considerados como dirigidos a la Orden de Penitencia de san Francisco. Sin embargo, esta interpretación ya no se puede sostener hoy en día. Ninguna bula pontificia anterior a 1289 concierne a los Penitentes franciscanos en cuanto tales, sino a todos los Penitentes en general. Esto quiere decir que, en la medida en que existan dichos Penitentes franciscanos, van dirigidos también a ellos. Lo que sí se puede afirmar es que dichos documentos pontificios configuraron " Se daba el nombre de Beguinas a gmpos ele mujeres que llevaban vida comunitaria, Yivionclo el Evangelio, pero que no estaban inscritas en ninguna Orden religiosa aprobada por la autoridad eclesiástica. 60 Editado por G. Mollat: Manuel de l'lnquisiteur, Paris 1926, 108s, •1 G. Odoardi: L'Ordlne della Penitema di S. Francesco nei doeumentl pcatlfl.cl del 1. xm, on Coll. Franc. 43 (1973) 104-108.

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