BCCCAP00000000000000000001446

LA ORDEN DE PENITENCIA DE S. FRANCISCO 39 de la Penitencia. 52 Ahora bien, todas estas afirmaciones son difíciles de demostrar convincentemente; de ahí que los estudiosos se muestren dividi– dos en sus apreciaciones. Según Meersseman, 53 eran raros los Penitentes voluntarios en Umbría, Toscana, Las Marcas y Lombardía entre 1209 y 1211. El número creció considerablemente con la predicación de Francisco y sus compañeros, notándose un fuerte aumento hacia 1215. Un dato seguro sobre los Peni– tentes franciscanos nos lo ofrece el documento encontrado por el capuchino Mariano d'Alatri en Orvieto, en el Archivo del Estado. 54 El 22 de enero de 1269, el inquisidor franciscano, Benvenuto de Orvieto, condenaba a un tal Domenico di Pietro Rosse por simpatizante con la herejía cátara. En dicho documento se dice expresamente que el tal Domenico era hermano «de la santísima Orden de Penitentes fundada por nuestro padre San Fran– cisco». Así, pues, según este documento, de cuya autenticidad no se puede dudar, existía ya en 1269 en Orvieto una fraternidad de Penitentes fran– ciscanos. La historia de los Penitentes de Florencia ha tenido más suerte, ya que ha merecido la atención de varios estudiosos. 55 Como casi siempre, es imposible dar una fecha exacta de su nacimiento; pero lo que sí puede afirmarse con seguridad es que a partir de 1224 los Penitentes se dedi– caban a llevar adelante el hospital de la plaza de la iglesia de Santa María Novella, así como otros pequeños hospitales diseminados por la ciudad. En un principio estaban en muy buenas relaciones con los dominicos, que pocos años antes, en 1221, se habían establecido en la mencionada iglesia; los Penitentes eran quienes administraban los bienes y donaciones en favor de los dominicos de la ciudad. Debieron gozar de gran prestigio en Flo– rencia y ser elemento pacificador entre los diversos grupos, mereciendo la felicitación de Inocencia IV en 1246 por su labor, animándoles a con– tinuar por ese camino. La clase social de la mayoría de nuestros Penitentes florentinos era la media-alta, compuesta por mercaderes, artesanos, farma– céuticos, etc. Durante el decenio 1240-50 se nota un mutuo distanciamiento entre Penitentes y dominicos. Al mismo tiempo, la curia pontificia invita a los obispos a ejercer una vigilancia, por medio de visitadores, sobre las aso– ciaciones laicas, que tienen una gran pujanza económica para poder atender a las grandes obras de asistencia pública a que se dedicaban: enfermos, pobres, viejos. Eran muchas las personas que les entregaban sus limosnas para cumplir esta labor que la autoridad civil tenía casi abandonada. sz M. Bertagna: Note storicbe e documenti intomo a S. Lucchese de Poll&ibonsi, en Arcb. Franc. Hist. 62 (1969) 3-114, 449-502. 53 G. G. Meersseman: Dossier, 6s. 54 Mariano d'Alatri: "Ordo Paenitentlum" ed eresla in Italia, en Coll. Franc. 43 (1973) 181-197. 51 A. Benvenuti: Fonti e problemi per la storla del Penitenti a Flrenze nel s. XIII, en Coll. Franc. 43 (1973) 279-301; ldem: I Fratl della Penitenza nella socleta florentina del Due,Trecento,. en, M. d'Alatri: I Frati Penitentl, 191-220; M. D. Papi: Le assoclazione lalcbe di isplrazione fran• cescana nella Flrenze del Due-Trecento, ibld., 221-243.

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz