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26 J. \'. CilTRANA la Iglesia. Esta Regla de los Penitentes, conocida con el título latino de Memoriale propositi fratrum et sororwn de Poenitentia in domibus propriis existentium (Memorial del propósito de los hermanos y hermanas de la Penitencia que viven en sus propias casas), ha llegado a nosotros englobada en su segunda redacción, de 1228. 24 El Memoriale de 1221 es considerado como la primera Regla de la Orden de Penitencia de S. Francisco. Es algo admitido pacíficamente por los estudiosos de esta materia que la Regla común de la Orden de Penitencia fue también la Regla de los Penitentes franciscanos. Pero aquí surgen los interrogantes: ¿Es verdad que Francisco «insti– tuyó» esta Orden? ¿Cómo, cuándo y dónde la instituyó? ¿Qué relación existe entre la antigua Orden de Penitencia y la franciscana? ¿Qué relación existe entre los primeros Penitentes franciscanos y la Tercera Orden orga– nizada a finales del siglo XIII? En las respuestas a estas preguntas se dividen las opiniones de los estudiosos de manera bastante irreconciliable. Una de las causas de ello, a mi modo de ver, está en la distinta manera de considerar las fuentes antiguas y en lo poco que sabemos sobre la existencia de los grupos de penitentes franciscanos en los pueblos y ciudades en el siglo XIII. Falta todavía mucho trabajo de búsqueda en los archivos. l. San Francico no fundó ninguna Orden de Penitencia Esta es en resumen la posición de algunos estudiosos de la Orden de Penitencia, cuyo representante más importante es el dominico G. G. Meers– seman en su meritoria obra Dossier de l'Ordre de la Pénitence au XIIIe siecle. Francisco promovió el movimiento de penitencia que existía ya antes de él y que él mismo vivió antes de fundar la Orden de los Hermanos Menores. El Poverello y sus compañeros promovieron entre los laicos el estado penitencial voluntario. Pero no fundó un grupo propio dentro del movimiento penitencial contemporáneo. Si el término Orden se entiende como una organización, se debe rechazar de plano el atribuir a Francisco el título de fundador, porque ningún documento nos presenta al Santo erigiendo una fraternidad local de Penitentes, o agrupándolos en Provincias, o dándoles una Regla escrita, un estatuto comunitario, cosa que sí acontece con los Hermanos Menores. 25 Una posición semejante a la de Meersseman es la mantenida por Heri– berto Roggen. 26 Este autor admite la existencia de un movimiento francis– cano entre los seglares en el siglo XIII. Pero no se puede decir que Fran– cisco sea el fundador en el mismo sentido que lo es de la Primera y Segunda Orden. Jurídicamente es el papa Nicolás IV el fundador de la Tercera "' G. G. Meersseman: Dossier, 1-28; el texto del Memorlale se encuentra en las pp. 92-112. 25 Ibid., p. 37 26 H. Roggen: Geschichte... ; ldem: Les relations du Premler Ordre franclscaln avec le Tien• Ordre au XIIIe slecle, en Coll, Franc. 43 (1973) 199-203.

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