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JOSÉ-VICENTE CIURANA, O. F. M. Cap. NOTA SOBRE LOS ORfGENES DE LA REFORMA CAPUCHINA (1525) Y LAS CONSTITUCIONES DE ALBACINA (1529) La presente nota no pretende ser algo original ni exhaustivo. Intenta solamente poner de relieve algunos datos, recogidos de autores que se han dedicado a estudiar nuestro tema,1 sobre la aparición de la reforma capuchina dentro de la familia franciscana y sobre la cristalización de sus inquietudes espirituales en su primer texto legislativo: las Constitu– ciones de Albacina. Para comprender mejor el nacimiento de la reforma capuchina, no se ha de perder de vista la eterna lucha en torno a la interpretación práctica del ideal franciscano. Dos tendencias, latentes siempre, van reflejándose de tarde en tarde en toda la historia franciscana, bajo diferentes deno– minaciones, pero traduciendo siempre el mismo conflicto. En el siglo XIII se llamaron Espirituales y Comunidad; en el xv, Observancia y Con– ventualismo; en el XVI, Estrecha Observancia y Regular Observancia. Ambas concepciones reconocen como norma intangible de vida la Regla de san Francisco. Pero mientras los más radicales la interpretan a la luz de la vida del Fundador y de su Testamento, la otra tendencia se esfuerza por actualizarla conforme a las exigencias prácticas de la evolución de la Orden y de sus fines apostólicos. Siempre que aparece una reforma bajo el signo de la más pura observancia, no tarda en aparecer dentro de la Orden la misma doble tendencia y en repetirse los episodirJs de pugna entre Comunidad, representada por la prudencia humana y el espíritu de disciplina, y los Celantes, religiosos fervorosos e idealistas que esperan una voz de insubordinación legal para hacer valer su derecho a observar la Regla a la letra. El fenómeno concreto a que nos referimos se produjo en el seno de la Observancia a comienzos del siglo XVI con incontenible efervescencia. El remedio hubiera podido hallarse en el fomento inteligente de las casas de recolección, con una mayor comprensión hacia los religiosos descontentos. Pero esta comprensión falló, sobre todo en Italia. Abundaban los religiosos y superiores deseosos de mayor observancia, pero se desconfiaba de las iniciativas privadas, ya que en la práctica existían religiosos que, con el 1 Melchior a Pobladura: Historia generalls O. :F. M. Cap. Pars I (1525-1619), Roma 1947, pp. 18-33. 109-111. Lázaro (lriarte) de Aspurz: Manual de bi~toria franciscana, Madrid 1954, pp. 298-305. Optat (Van Asseldonk) de Veghel: La réforme de5 freres mineurs capucins dans l'Ordre et dans l'Eglise, en Col! :Franc 35 (1965) 5-108. Stanislao da Campagnola: L'esperienza dei prhni decenni di vita cappuccina in alcuni studi recenti, en Laurentianum 4 (1963) 497-516. He recurrido bastante a estos autores para la. redacción de esta nota. Baste, pues, esta indicación para dispensarme de citarlos a cada instante.

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