BCCCAP00000000000000000001444

Para la revisión de vida de las élarisas y de . .. NUESTRA CELEBRACIÓN EUCARÍSTICA DIARIA La principal preocupación de las hermanas sea ésta: que la celebración del Sacrificio Eucarístico... llegue a ser en realidad el centro y el ápice de toda su vida litúrgica y espiritual (CC.GG ., art. 58). LECTURAS: De las Admoniciones de S. Francisco, 1: Bl Espíritu del Señor, que habita en sus fieles, es el que recibe el santísimo cuerpo y sangre del Señor... Ved que diariamente el Hijo de Dios se humilla, como cuando desde el trono real descendió al seno de la Virgen; diariamente viene a nosotros El mismo en humilde apariencia; diariamente desciende del seno del Padre al altar en manos del sacerdote. Y como se mostró en carne verdadera a los santos apóstoles, así también ahora se nos muestra a nosotros en el pan consagrado. Y lo mismo que ellos, con la vista corporal, veían solamente su carne, pero, con los ojos que contemplan espiritualmente, creían que El era Dios, así también nosotros, al ver con los ojos corporales el pan y el vino, veamos y creamos firmemente que es su santísimo cuerpo y sangre vivo y verdadero. Y de esta manera, el Señor está siempre con sus fieles, como El mismo dice: «Ved que yo estoy con vosotros hasta la consu– mación de los siglos». De la Carta de S. Francisco a toda la Orden: ¡Tiemble el hombre todo entero, estremézcase el mundo todo y exulte el cielo cuando Cristo, el Hijo de Dios vivo, se encuentra sobre el altar en manos del sacerdotel ¡Oh celsitud admirable y condescendencia asombrosal ¡Oh subli– me humildad! ¡Oh humHde sublimidad, que el Señor del mundo universo, Dios e Hijo de Dios, se humille hasta el punto de esconderse, para nuestra salvación, bajo una pequeña forma de pan! Mirad, hermanos, la humildad de Dios y derramad ante El vuestros corazones; humillaos también vosotros, para ser enaltecidos por El. Nada, pues, de vosotros retengáis para vosotros mismos, a fin de que enteros os reciba el que todo entero se entrega a vosotros. Del Proceso de canonización de Santa Clara, 11, 10: Sor Bienvenida de Perusa dijo que madonna Clara se confesaba frecuente– mente, y con gran devoción y temblor recibía el santo sacramento del cuerpo de N.S. Jesuciilsto, hasta el extremo de que, cuando lo recibía, toda ella temblaba. PARA LA REFLEXIÓN FRATERNA: 1) ¿Preparamos comunitariamente la celebración eucarística, cual requiere su naturaleza y según pide la Iglesia en sus documentos sobre el parti– cular, o nos despreocupamos fácilmente, dejándolo al cuidado de algunas otras Hermanas? 2) ¿Somos «activas» en nuestra participación a la Eucaristía, en el canto, en la profundización de las lecturas, en la oración de los fieles ... ? 3) ¿Hasta qué punto la celebración eucarística es centro y punto culminante de la jornada de nuestra comunidad? ¿Tenemos suficientemente en cuen– ta, al organizar nuestra vida y trabajo, el citado art. 58 de las CC.GG. ? 4) ¿Hasta qué punto nuestras celebraciones eucarísticas son estimulantes para los fieles que participan en ellas?, ¿Podrán captar que somos hijos y seguidores de las enseñanzas de Francisco y de Clara?

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz