BCCCAP00000000000000000001443

«la Orden deberá empeñarse, sea mediante la reflexión doctrinal de sus teólogos, sea con el testimonio de su vida, en preparar la mentalidad mo– derna para que su optimismo integre a Cristo crucificado como elemento de heroísmo y de fecundidad». 19 2. Vida según el santo evangelio Francisco de Asís quería vivir a tenor de la Palabra de Dios descubierta en el evangelio. Conviene recalcar Ia palabra vida. Es decir, que san Fran– cisco no tenía una idea o ideología evangélica, ni una serie de conocimien– tos, ni hacía del evangelio una bandera de contestación. «En una época de discusiones interminables, cuando se contestaba el evangelio, porque nadie se daba el tiempo para vivirlo, Francisco no dis– cutía: vivía simplemente el evangelio, dejaba actuar a los otros. Lo carac– terístico de su actitud es ser pobre, sin condenar a los rícos, comer frugal– mente, sin censurar a los que comían exquisitamente; vestir pobremente, sin juzgar ni condenar a los que vestían lujosamente». 20 Así habla el Santo: «Cuando vayan por el mundo, les aconsejo, les ad– vierto y les recomiendo en N. S. Jesucristo que no litiguen ni contiendan con palabras ni juzguen a los otros; mas sean benignos, pacíficos y mode– rados, mansos y humildes, y hablen honestamente a todos, según conviene» (2 R 3). Por eso, escribió también al comienzo de las dos reglas estas palabras: «La regla y vida de los frailes menores es ésta: observar el santo evangelio de N. S. Jesucristo»; esto nos está indicando claramente que el· evangelio de N. S. Jesucristo se constituye en el fundamento de la vida de los hermanos menores, como se había constituido en fundamento de la vocación y de la propia vida del Santo. 21 Tanto es así, que es axiomá– tico en todos los autores afirmar «que la vida franciscana es una vida según el evangelio», escribe A. Ghinato. 22 Cuando el P. Cangar escribió un artículo de visión panorámica sobre san Francisco e intentó definirlo, se expresó con esta fórmula lapidaria: «Peregrino· del absoluto. El absoluto del evangelio en la cristiandad». 23 San Francisco llevó a la práctica esta vida del evangelio realizando sus tres exigencias fundamentales: ser libre, ser hermano, ser menor.24 No 17 D. AZEVEDO: Actualidad de la p1·esencia franciscana en el apostolado, en Cantabria franciscana n. 85 (1967) 50. '" C. KOSER: La espiritualidad... , 1. c., p. ?: " K. ESSER: Origini e valori autentici dell'Ordine dei Frati Minori, trad. del alemán, Leiden 1966, pp. 250-266. 22 A. GHINATO: La regola dei F1·ati Minori nel contesto degli scritti di san .Francesco, Roma 1974, p. 272. " Y. M. CONGAR: San Francisco de Asís o el absoluto del Evangelio en !a cristiandad, en Sel Fran n. 16 (1977) 28-40. 24 S. CLASEN: Francisco de Asís y la cuestión social, l. c., pp. 264-274. Amplio desarrollo de las tres exigencias evangélicas. 298

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz