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comunidad, lo mismo que los individuos, debía ser totalmente pobre, ya que los hermanos forman la familia de Dios y, por numerosa que ésta sea, Él cuida de ella siempre que ella se confíe a Él (LP 112; EP 13; A, Clareno: Expos. Reg., p. 126 ss.). · 111. «NADA LLEVEN PARA EL CAMINO» El Espejo de Perfección comienza con estas palabras: San Francisco escribió tres Reglas, a saber: una, la que fue con– firmada, sin bula, por el papa Inocencio III; luego escribió otra, más breve, que fue perdida; finalmente, una tercera, que fue la que el papa Honorio III confirmó con bula. Pero en esta Regla fueron suprimidos por los ·ministros muchos pasajes contra la voluntad Je san Francisco. 2 . En realidad, lo que aquí parece afirmarse es el influjo, históricamente innegable, que tuvieron los ministros en la redacción definitiva, conven– .ciendo al Fundador de la inoportunidad de ciertos puntos que para él significaban mucho .. Uno de éstos se relaciona con el contenido del capítulo cuarto de la Regla primera, que llevaba por título: Cómo los hermanos deben ir por el mundo. En él ·se afirma la vocación peregrinante de la fraternidad: · ir por el mundo, a la apostólica, fiados de la providencia divina y· de la ·buena voluntad de los hombres, llevando el mensaje de paz en los labios, devolviendo bien por mal. Es una condensación de textos evangélicos que configuran al hermano menor en medio de la sociedad. El capítulo se abre con el mandato de Jesús al enviar a los apóstoles en plan de misión: · . Cuando los hermanos van por el mundo, no lleven nada para el camino, ni mochila, ni alforja, ni pan, ni dinero, ni bastón. La cita evangélica no es textual, sino que recoge los términos de Mt 10, 9 ss; Le 9, 3 y 10, 4. Corno es sabido, se trata del texto que hizo descubrir a Francisco a plena luz su vocación definitiva en la fiesta de san Mateo de 1209; algo que él llevaba muy en el corazón. Con todo, en el capítulo ter– cero de la Regla bulada, donde se dan normas muy evangélicas sobre el modo de ir por el mundo, no aparece ese texto. · Y las fuentes inspiradas en fray León acusan a los ministros de esa sensible omisión: Cuando san Francisco volvió de ultramar, cierto día un ministro conversaba con él sobre el punto de la pobreza, y quería conocer su 2 EP 1; El texto citado se halla en el comienzo de lá Intenfio Regu)ae de fray León (L. Lem- .mens: Documenta anfiqua francisca■a, I, Quaracchi 1901, p. 83), · · 170