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418 J. MICÓ llevara la organización práctica del grupo. Todos ellos gobernaron de una forma absolutista que solamente se superó cuando destituyeron a fray Elías en 1239. Esta forma de gobierno pudo mantenerse tanto tiempo, además de que la desempeñaran hombres con una personalidad muy acu– sada, por la facilidad que suponía para la Curia mantener el control de la Fraternidad organizada de este modo. Ante este panorama de gobierno autoritario, cabe preguntarse si la voluntad de crear un cabeza de la Fraternidad -el Ministro general-, que ejerciera de forma democrática el servicio de la autoridad, no fue un acto de buena voluntad que se diluyó al encuadrarse dentro del es– quema jurídico de las Ordenes religiosas tradicionales. No obstante, la referencia al Evangelio para vaciar de todo poder el servicio fraterno de la autoridad queda ahí en el proyecto de vida o Regla como reto para intentar de nuevo esta práctica fraterna del cargo de Ministro, 3. Los MINISTROS PROVINCIALES La figura del Ministro provincial aparece en 12F a raíz de la divi– sión de la Fraternidad en Provincias. Ante la imposibilidad de que el Ministro general pudiera atender fraternamente a todos los hermanos, se hizo necesaria la creación de los Ministros provinciales que prestaran el servicio de la unidad en la misma línea que lo venía haciendo el Minis– tro general. La coincidencia de que ocuparan estos puestos hombres prestigiosos, como Fr. Elías, con un concepto de la autoridad más jurí– dico que evangélico, desencadenó una carrera .hacia la .participación en el gobierno. Poco a poco .fueron consiguiendo espacios de poder, apoyados por la Curia, hasta conseguir convertirse en la cabeza práctica de la Fra– ternidad en su Provincia, ya que el General quedaba muy lejos. Este reparto de la autoridad fue plasmándose en la legislación de la Frater– nidad arrastrándola hacia formas jurídicas más propias de una Orden. Posiblemente no pudiera ser de. otro modo; dada la extensión y el crecimiento de la Fraternidad, pero se percibe un afán de estructurar el grupo de µna forma un tanto rígida que choca ,con la fresca libertad de los orígenes. La actitud que pide Francisco a los Ministros en el desempeño de su cargo está fielmente reflejada en la ya clásica Carta a un Ministro. Encarnar el poder misericordioso de Dios; ofreciéndolo desde la ternura, será el mayor servicio que podrán hacer •a la, Fraternidad. El ,poder auto– ritario, corriente •en los grupos. políticos y religiosos, no es el mejor modo de ejercer la autoridad. El grupo de her:manos se remite al ejemplo de

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