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HIJOS DE DIOS, HERMANOS DE LOS HOMBRES 401 que son :.ina organización de iguales, donde la solidaridad y la correspon– sabilidad son las virtudes fundamentales. De ahí su novedad y la des– confianza recelosa con que los miraban los otros grupos tradicionales de la Iglesia, como eran los monjes, e, incluso, la misma jerarquía. En éstos, modelados en el feudalismo con su estructura piramidal, las relaciones se reducían a los superiores e inferiores, con excepción de los iguales. En esta situación de responsabilidad vertical resultaba imposible sensi– bilizarse ante las necesidades de los que estaban en un mismo plano, concretándose la obediencia en la sumisión a la persona del superior en vez de ser al grupo. Francisco asimiló, pues, aquel modo de relacionarse, y, al tener que optar por el Evangelio, lo cristalizó en forma de Fraternidad: un grupo de iguales en el que la responsabilidad viene condensada en la recipro– cidad, y donde el discernimiento colectivo entra a formar parte esencial de la búsqueda ele la voluntad de Dios. 1. EL SEÑOR ME DIO HERMANOS En el proyecto de conversión de Francisco no parece que entrara el formar un grupo de penitentes empeñados en seguir el Evangelio. FJ sabía que el descubrir el Evangelio como forma de vida no era una .:onquista que se podía apuntar en su haber, puesto que sólo el Espíritu del Señor es capaz de abrirnos los ojos y el corazón a esa voluntad amo– rosa del Padre, manifestada en Cristo, de transformar las relaciones humanas desde su raíz para que el hombre pueda vivir de una forma nueva. Por eso lo oonsiderará siempre como una concesión del Señor (Test 1) que le permitió vivir abierto siguiéndole a :Él en el camino de humanización que Cristo había realizado. Si no somos capaces de descubrir el Evangelio como plenitud humana más que con la ayuda del Espíritu, tampoco podemos encontrar la forma concreta de realizarlo si no es con su ayuda. La Fraternidad no es fruto de nuestra iniciativa sino un don que nos concede Dios. Francisco lo experimentó a través de toda su vida, y al releer al final de ella todo su camino de gracia nos dirá que fue el Señor .el que le concedió los hermanos (Test 14). Es decir, que el mismo Señor que le llevó por el camino del Evangelio le inspiró también el vivirlo de una forma adecuada a las exigencias del Reino: en Fraternidad. a) Hijos del Padre y hermanos de Jesús La Fraternidad supone la convicción de que todos somos hermanos, no
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