BCCCAP00000000000000000001438

FIGl:RAS BÍBLICAS EN S. FRANCISCO 141 en parte de hierro y en parte de arcilla, con las espaldas cubiertas por una tela vil y áspera. Es fácil el parangón con el sueño de Nabucodonosor (Dn 2, 31-36). La imagen del peque,1o rebaño procede del Evangelio: «No temas, pequeño rebaño, porque al Padre le ha complacido daros el reino» (Le 12, 32). El texto es aplicado con frecuencia a la Orden en sus inicios (l Cel 27; 2 Cel 174, 221; LM 3, 6; 4, 5; LP 101; EP 26). También lo emplea santa Clara en su Testamento. Figura igualmente evangélica es la de la Orden como viíia del Sefwr (3 Cel 1; LM 4, 5; EP 78). ¿Hacia qué modelo evangélico orientó Francisco su fraternidad? En los escritos personales de Francisco, ni siquiera una vez es citada o men– cionada la primera cornunidad de Jerusalén (Hch 2, 42-48). De hecho, a diferencia de las otras formas de vida religiosa, especialmente de la lla– mada Regla de S. Agustín, Francisco no se inspira en tal modelo, sino en el del grupo de Cristo y de los apóstoles, como es bien sabido. El editor de Fonti Francescane hace notar: «Celano tiene siempre delante de los ojos la primitiva comunidad cristiana» (pág. 433, núm. 51); y también: «Es frecuentísimo en las fuentes franciscanas el recurso a la imagen de la primitiva comunidad cristiana... » (pág. 1.139, núm. 14). En realidad se trata de la única referencia del biógrafo y no al modelo de la primera comunidad, sino a] hecho de su crecimiento con los nuevos prosélitos (Hch 2, 47; l Cel 27); y de un pasaje más explícito del Anónimo de Perusa: «nadie reivindicaba cosa alguna como suya» (Hch 4, 32; AP 27). Más bien se debe hacer constar lo contrario. Mientras observadores externos, como Jacobo de Vitry, ven en el estilo de vida de los hermanos menores de los comienzos la «forma de la Iglesia primitiva», las fuentes biográficas, en cambio, siguiendo el ejemplo de Francisco, se diría que la quieren ignorar expresamente. De hecho, el tipo de fraternidad francis– cana no es el de una communitas, donde la renuncia de los individuos tiene su compensación en las ventajas de la vita communis, sino el de un grupo itinerante, inseguro, comprometido en el anuncio del Reino, sin otra porción que la herencia de la altísima pobreza (2 R 6). FIGURAS BÍBLICAS REFERENTES A FRANCISCO Y A DOMINGO, A MENORES Y A PREDICADORES Cuando ya las dos nuevas Ordenes habían adquirido plena personalidad en la Iglesia, apareció también la tendencia a verlas «prefiguradas» y «profetizadas» junto con los dos santos fundadores. El cronista Salimbene fue uno de los primeros que descubrió que las dos Ordenes habían sido profetizadas por el abad Joaquín de Fiore, «interpretando muchas figuras muy evidentes contenidas tanto .en el Antiguo como en el Nuevo Testa– mento: la del cuervo y de la paloma, porque uno es completamente negro y la otra variopinta; la de los dos ángeles enviados al atardecer para destruir Sodoma; la de Esaú y Jacob, Manasés y Efraím, Moisés y Aarón,

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz