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FIGURAS BÍBLICAS ÉN S. FRANCISCO 139 Clareno es quien llegó a encontrar explícitamente el paralelismo Sinaí– Fonte Colombo, Moisés-Francisco. 7 NUEVO SANSÓN Es una figura usada en la bula de canonizac1on: corno Sansón, Fran– cisco «se levantó sin tardanza, rompió las ataduras del mundo lleno de lisonjas, y, rebosante de espíritu y fervor, utilizada, corno quijada de asno, una predicación hecha de simplicidad ... arrolló no sólo a mil, sino a muchos millares de filisteos ... » (cf. Jue 15, 15s.). Toda la bula de canonización es un ejemplo de la literatura curial del tiempo, llena de convencionalismos bíblicos rebuscados. NUEVO E LÍAS San Buenaventura es el divulgador de la rn1s1on de Francisco conside– rado como «nuevo Elías». Da gran importancia a un hecho referido en la Vida I de Celano, pero que en éste no tiene referencia bíblica alguna: un carro de fuego que apareció a la vista de los hermanos en Rivotorto, durante la noche, estando ausente Francisco (1 Cel 47). Buenaventura lo aplica sin más a Elías, «arrebatado en un carro de fuego», y saca conse– cuencias como estas: «Bien puede concluirse que (Francisco) estuvo inves– tido con el espíritu y poder de E lías» (Le 1, 17): «cual otro Elías, había sido constituido por Dios en carro y auriga de varones espirituales» (LM Pról.; 4, 4; 11, 6; 15, 8; Lm 2, 6). Para Buenaventura, Francisco «se pareció también a Eliseo en la multiplicación de los alimentos» (LM 7, 13). NUEVO JUAN BAUTISTA El inventor de esta figura fue Tomás de Celano en su Vida JI, pre– ocupado por presentar a Francisco, no como pecador convertido, cual lo había hecho en la Vida I, sino como «predestinado» y casi santificado por anticipado. Entonces, ve un designio providencial en su nombre de bautismo, Juan; su madre Pica representa a Isabel; la madre de Francisco repetía «como inspirada por Dios: "¿Qué vendrá a ser este hijo mío?"». Y prosigue Celano: «Entre los nacidos de mujer, no ha aparecido uno más grande que Juan Bautista; entre los fundadores de religiones, no ha aparecido uno más perfecto que Francisco... Profetizó Juan encerrado en lo secreto del útero materno; Francisco, preso en la cárcel del siglo, des– conocedor aún de los designios divinos, anunció lo por venir.» Y refiere las palabras proféticas de Francisco en la cárcel de Perusa (2 Cel 3s.). Buenaventura incluso completa el parangón: como Juan, también Fran– cisco es un testigo de la luz y fue enviado para que «preparase al Señor un camino de luz y de paz» (LM Pról.). 7 Cf. M. CONTI: Sinai-Fonte Colombo: il peso di una analogia .. ., en Anto– nianum 53 (1978) 23-55.

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