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FIGURAS BÍBLJCAS EN S. FRANClSCú 137 (LP 22; 2 Cel 217, EP 88). Otras semejanzas fueron inventadas más tarde; así, el nacimiento de Francisco en un establo, como Cristo. Ya los Tres Compañeros habían visto un precursor en aquel personaje que recorrfa la ciudad de Asís saludando de esta forma: «Paz y bien, paz y bien», «cual otro Juan el Precursor» (TC 26). FRANCISCO, EL ÁNGEL DEL SEXTO SELLO Esta es una figura que tuvo un gran éxito a partir de san Buenas ventura, el cual, tanto en su Leyenda mayor como en sus sermones, pre– senta a Francisco como «el ángel del sexto sello, que tiene el sello de Dios vivo», «enviado a sellar a los siervos de nuestro Dios en sus frentes» (Ap 6, 12; 7, 2s.). 6 El «sello de Dios vivo», para san Buenaventura, son las llagas. Más tarde, el opúsculo franciscano Meclitatio pauperis in solitudine, escrito hacia 1282/83, hizo del texto bíblico una auténtica v verdadera profecía referente a san Francisco, en quien tiene cumplimiento la tercera edad del mundo. Esta imagen escatológica de Francisco adquirió una importancia capital entre los espirituales, porque la veían apoyada en un texto de Joaquín de Fiore en su Exposición del Apocalipsis: «Este es aquel ángel al que Cristo, a causa del conocimiento que de él tiene, pone como principio de la tercera edad del mundo.» A Francisco se le habría encomendado el «Evangelio eterno». ESTRELLA MATUTINA Gregario IX, en el sermón pronunciado con ocasión de la solemne canonización de san Francisco, tomó como tema este pasaje del Eclesiás– tico: «Como el lucero del alba ( quasi stella matutina) en medio de las nubes, como la luna llena en el plenilunio y corno el sol radiante, así brilló él en medio del templo de Dios» (Eclo 50, 6-7; 1 Cel 125; cf. 1 Cel 37). HOMBRE NUEVO A Tomás de Celano le gusta presentar a Francisco como «hombre nuevo», iniciador de un tiempo nuevo en la Iglesia: «De pronto se presenta en la tierra un hombre nuevo ... » (3 Cel 1; cf. 1 Cel 82; LM 4, 5; 5, 12; 12, 8; LCI 5). NUEVO ADAN (1 Cor 15, 54) La figuración de Francisco en Adán se encuentra en la citada Meditatio pauperis in solitudine: este «hombre nuevo», creado por Dios «a su imagen ' Cf. STANISLAO DA CAMPAGNOLA: L'Angelo del sesto sigillo e l'«Alter Clzristus», Roma 1971. L. IRIARTE: La imagen de san Francisco ..., págs. 207-209.