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78 F. IGLESIAS integral del hombre sobre la tierra; una vocac1011 que mira al hombre entero, al hombre concreto, real, tal como lo ha querido y elegido Dios, como dice la Redemptor hominis, incluida su apertura al Absoluto, que es Dios, clave del sentido y de la verdad profunda de la existencia humana. 5 Así, pues, el análisis existencial de un hombre santo no puede prescindir del factor gracia (Dios, Evangelio, vocación personal...) que transforma desde dentro, que hace hombn's nuevos, enriqueciendo la existencia con dimensiones más altas y complejas mediante la máxima promoción de los mismos valores humanos. 6 Ahora bien, en la perspectiva de los escritos de san Francisco hay una doble constatación especialmente iluminadora: de índole grafológica y de índole autohiográfica. 1. CONSTATACIÓN GRAFOLÓGICA E. P. Girolamo Moretti, conventual (1879-1963), considerado como «el fundador de la grafología italiana», digno de confianza por su indiscutible seriedad científica y por su corazón de franciscano, nos ha dado un interesante diagnóstico grafológico de san Francisco poniendo de relieve dos tendencias o disposiciones originarias de su personalidad. «En cuanto al carácter, Francisco tiende por naturaleza sobre todo al altruismo: un altruismo en grado elevado, generoso, inquebrantable, pero guiado por la ambición de dar leyes y de quedar bien, aunque esto se encuentre miti– gado por la ponderación. Es decir, tendencia a hacer el bien a los demás, pero, al mismo tiempo, a actuar por propia cuenta, con poco espíritu de humildad y de respeto ante la autoridad constituida, o, por lo menos, con el deseo de imponer el propio criterio, la propia voluntad.» 7 El potencial humano de Francisco ofrece una doble plata/arma muy significativa. Por una parte, está su disponibilidad a amar, a sintonizar cordialmente con los demás y a abrirse a los valores del bien y de la bondad. Por otra parte, está ~el contrapeso de un cierto radicaliimo del propio querer, de la propia ambición. Es decir, una notable capacidad de afirmación de sí mismo con el riesgo consiguiente de conflictos en el plano de la humildad, de la obediencia y de la caritativa aceptación y tolerancia mutuas. A la luz de esta radiografía íntima de la densidad humana de Francisco podemos comprender mejor su silueta de hombre nuevo, prototipo cris– tiano, fruto de una adecuada maduración evangélica justamente sobre la base de los rasgos substanciales y más específicos de su personalidad, sin más, su figura inconfundible de santo y de Hermano menor. ' Cf. GS 10, 35, 41, 57, 76; AA 7; EN 33; RH 13, 14, 22. ' Cf. EN 18, 19, 27, 29.... ; AA.VV. : Relaciones entre crecimiento psicológico y crecimiento espiritual, en CFR m'.1m. 38 (1977) 109s. G. MoRETTI: I santi dalla loro scrittura. Esami grafologici, Roma, Ed. Pao– linc, 1975, 2: cd., pág. 48.

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