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8 J. MICÓ Francisco parece diferente: en la Vida I es la vanagloria, mientras que en la V ida I I es la sensualidad. Ante esta doble imagen de la juventud de Francisco nos puede asaltar la duda sobre la historicidad de ambas. ¿ Qué soporte histórico tenía Celano a la hora de confeccionar estas narraciones? El hecho de una juventud alegre, propia de un «hijo de papá», es bas– tante verosímil. Bl detalle del banquete ofrecido a una compañía de jóvenes asisienses (2 Cel 7) es confirmado históricamente por Fortini. En Asís había, entre otras, una «compañía del Bastón» que tenía por finalidad solemnizar con danzas y mimos ciertas fiestas religiosas o profanas. Esta sociedad era mixta. Además de estas representaciones solían hacer alegres banquetes propios de jóvenes. Se elegía un «Podesta» para que presidiera el grupo, recib;iendo el cetro -«baculus»- como signo de su autoridad, y los súbditos presta:ban obediencia tocando el bastón. 2 Es muy posible que en estos banquetes se llegase a excesos desagrada– bles, pues dos siglos más tarde, en los Estatutos de Perusa, se prohibieron estas compañías de danza por haber degenerado en estupros, adulterios, sodomías, riñas y crímenes por el estilo. 3 Sin embargo, no hay por qué pretender que Francisco fuera un joven degenerado. Los únicos datos que tenemos para esclarecer «la vida en pecados» de que nos habla el Testa– mento son los de los biógrafos, y con ellos- dado el carácter didáctico de las biografías- no podemos conc1uir nada. Simplemente que, desde la madurez de su itinerario espiritual, Francisco valora su juventud como un tiempo sin sentido. Los LEPROSOS Los leprosos son el «lugar» donde se le muestra el Señor como fuerza transformante. Desde ellos valora su vida «en pecados» y su conversión. De la primera experiencia sólo anota este particular: el asco por los leprosos. La repugnancia que siente por ellos es el signo del «estar en pecados». Y el Señor le llevó entre ellos. Solamente allí y por deseo gracioso de ~l, comenzará a tratarlos con misericordia, inaugurando así su vida de .penitencia. Una vez alejado de ellos, 4 expresará el cambio realizado como el paso de una sensación amarga a otra dulce. Su transformación interior, al tratar 2 Cf. A. FORTINI: Nova vita di san Francesco, Asís 1959, I, pág. 172s.; II, págs. 115-129. 3 Cf. A. FoRTINI: o.e., II, pág. 121s. 4 El P. Lázaro Iriarte, en su artículo La vía de la conversión en S. Francisco de Asís, en Sel Fran núm. 11 (1975) 182, dice que «no se ve claro si la alocución "al apartarse de ellos" se refiere a los leprosos o a los pecados. En el contexto parece más probable lo segundo». Sin embargo, y así lo han leído la mayoría de los traductores, parece deducirse que se trata de los leprosos.

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