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422 P. Alejandro de Villalmonte, O. F. M. Cap. to>> les fueron aplicados a los ángeles. La mayor parte de los teólogos de esta tendencia y los que más lógicamente siguen las exigencias del sistema, afirman que los méritos redentores de Cristo, los méritos que históricamente existen, los de la vida terrena de Cristo y los de su cruz, les << redimieron i> a los ángeles: con una redención «preservativa», análoga a la que la misma Madre del Señor recibió de su Hijo ( 56 ). Con esto de llamar a Cristo redentor de los ángeles, se le– vantan serias preguntas en torno a la esencia y amplitud del concepto mismo de « redención n tal como ha sido entendido por la tradición teológica. Problemas completamente análogos y en íntima conexión con el problema de la « eminentissima redemptio >> de la Virgen Inmaculada. Para una capitalidad de la humanidad de Cristo - Cristo en cuanto hombre sobre los ángeles, no ofrece dificultad la distinción específica de la naturaleza humana y ángelica. Se trata aquí de realidades morales-espirituales, sobrenaturales, sobre todo. Y cualquiera que sea la distinción << natural i> entre el ángel y el Hombre-Dios, en cuanto seres sobrenatu.ra – les y para todos los efectos sobrenaturales forman una perfecta unidad: viven una misma vida divina que va desde Cristo a los ángeles, en diversos grados. En conclusión: la capitalidad de Cristo sobre los ángeles es tan real, tan amplia y produce los mismos efectos qúe su capitalidad sobre los hombres redimidos: comunicarles todo lo que hay de sobrenatural en ellos, desde la gracia de la pre– destinación hasta la glorificación final. No hay en todo este proceso ninguna <( gracia de Dios)), que no sea -- en todo ri– gor-· « gracia de Cristo ,>. b) Influjo (< capital >i de María en los ángeles. -- No que– remos, sin más afirmar, con Carlos del Moral, que María sea « Cabeza secundaria n de los espíritus celestes. La explicación que da el autor a esta fórmula es teológicamente satisfactoria; pero no vamos a emplear su << terminología i>. Sin embargo, como derivación lógica de la (( omnímoda capitalidad >> de (56) Cómo Cristo pueda decirse redentor de los (mgeles por su cruz, lo estu– dia DEL CASTILLO \'m,ASCO, op. cit., fol. 282ss.; DELGAJlILLO, op. cit., 237 ss.; ibid .. 171-172.

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