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María y los ángeles los hombres). La cuestión presenta alguna novedad en la teo– logía mariana; pero Del Moral cree que, en buena Mariología, puede llamarse a la Virgen «cabeza», secundaria y subordi– nada, de los ángeles ( 45 ). Desde luego, hay que excluir el que María sea llamada cabeza en sentido originario-autónomo– último, que sólo corresponde a Cristo. Pero, manteniendo la subordinación de María a Cristo, podría tal vez decirse (« non asserendo, sed tantum disputationis gratia proponendo ») que María es realmente cabeza secundaria de los ángeles ( 46 ). En efecto, ya es tradicional en la teología llamar a María « cuello >> del Cuerpo místico. Pero, si tal denominación se ha de entender en sentido activo y no como mero transmisor o canal, entonces equivale a lo que aquí se pretende con la de- nominación de <e cabeza secundaria >, ( 47 ). Por otra parte, la prioridad, eminencia e influjo activo que se requiere para la dignidad de cabeza, se encuentran perfectamente en María respecto de los ángeles ( 48 ). Cualquiera que sea el juicio que nos merezca la (< novedad n de C. Del Moral, lo fundamental de su tesis, es decir, el influjo sobrenatural universal y total de María en los ángeles queda bien de manifiesto. Resumiendo el pensamiento de los mariólogos francisca– nos del siglo xvn, W. Sebastian llega a la conclusión de que, en muchos de ellos, la influencia sobrenatural de María, su mediación en concreto, se extiende a todas las gracias que re– ciben todos los seres capaces de ellas: los hombres y los án– geles, aunque hayan existido antes de María ( 49 ). (45) DEL MoRAL C., O.F.M., Fans illimü theologiae scoticae marianae, Matriti 1730, l, tract. 2: De praedestinatione Deipcirae; en la disp. I, q. 3 pregunta: « Utrum Deipara cum Filio sit decreta finis creaturarum et ita ut in aliquo vero sensu theo– logico possit dici caput angelorum et hominum n (ibid., 356). Señala la novedad de la cuestión y establece la conclusión: « Virgo Deipara in aliquo sensu vero et proprio dici potest caput credentium n (ibid.). (46) Después de explicar el sentido de su conclusión y con las debidas reser– vas establece: « Ex eo quod Deipara cum Filio praedefinita est finis creaturarum, secundario et dependenter ab ipso, ex exuberantiaque ipsius virtutis, non videtur dissonum Scripturae et SS. Patribus dici secundum quid caput angelorum" (ibid., 362). (47) lbid., 365. (48) [bid., 364a. Un informe completo sobre esta cuestión en C. del Moral, puede verse en Gu:imRA LAZPIUR l., O.F.M., La Virgen Santísima Cabeza sec·undaria del Cuerpo místico de Cristo según Carlos del Moral, en Verdad y Vida 15 (1957) 291-323. (49) SEBASTIAN W., De B. V. JYlaria universali grat-iarw1t1 lvlediatrice, 206. 27.