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P. Alejandro de Villalmonte, O. F. M. Cap. Y el título mismo de reina, lo hace depender Vega del hecho de que María es « corredentora » incluso de los ángeles, en for– ma similar a como Cristo es su redentor ( 43 ). Esta última afir– mación que podría parecer extraña, está ampliamente justi– ficada por Vega en su teoría sobre el primado de María y su predestinación al lado de Cristo Redentor. Que María sea cuello que trasmite la influencia entera de Cristo a los ángeles, es una afirmación muy repetida por Vega y una conclusión plenamente << lograda » en el sistema mario– lógico de este autor: en todos los efectos de la gracia, María es cuello, con relación a los ángeles. Cristo, en calidad de ca– beza, influye el movimiento, la sensación y la vida espiritual en los ángeles. Igualmente María, como cuello del Cuerpo mís– tico, trasmite las mismas corrientes de vida sobrenatural a los hombres y a los ángeles (4 4). Ya los textos aducidos y los principios sistemáticos en que se apoyan tales afirmaciones, nos dan derecho a pensar que el influjo de María en los ángeles, según Vega, ha de ser universal por su amplitud y total por su intensidad. Efectiva– mente, la gracia de la predestinación, la perseverancia en la prueba de su estado de viadores, la gracia esencial, los auxi– lios eficaces, cualquier don sobrenatural, la gloria esencial (y no solo auxilios y gozo accidental) todo se los deben los án– geles a los méritos de María, como se los deben a los méritos de Cristo, en otro plan más alto. Carlos del Moral (t 1731) conoce y acepta todo el desa– rrollo que, en teólogos como Vulpes y Vega, había logrado la Mariología en nuestro problema. Del Moral lo encuadra en su visión escotista de la Mariología. Creyendo dar un paso hacia adelante en la explicación del influjo de María en el Cuerpo místico -· en nuestro caso en los ángeles - se pregunta Del Mo– ral si María puede ser llamada « Cabeza de los ángeles» (y de (43) Ibid., nr. 1645; vol. 2, 296a. (44) « Ratio enim colli, quae ex communi scntentia beatae Virgini competit, id exigere videtur [el influjo universal]. Sicut enim ad rationem Capitis, quod est Christus, spectat vitam, sensum et motum reliquis m.embris tribuere; ita ad ra– tionem colli pertinet, ut nihil caput influat in reliqua membra, quod per collum non derivetur ... ita beata Virgo ut sit collum huius corporis mystici, opus est, ut eosdem infiuxus gratiae per seipsam tanquam per collum in homincs et angelos dcrivct" (ibid., nr. r524; vol. 2, 215a).

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