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412 P. Alejandro de Villalmonte, O. F. M. Cap. ron particular interés en subrayar el puesto transcendente que le corresponde a María en la actual economía de salvación, y desde allí hacer derivar las otras prerrogativas de la Madre de Dios. Colocada María en el orden de Cristo, predestinada en el mismo primer decreto eterno que Cristo, su influencia so– brenatural sobre toda creatura ya no podía ser más que una aplicación inevitable ( 25 ). A fines de siglo, la Mariología de Francisco Suárez significa un afianzamiento en esta misma dirección. Jesucristo es propuesto como cabeza de los ángeles en su sentido más lleno, puesto que los espíritus celestiales re– ciben de él toda la vida sobrenatural y toda gracia, sin excep– ción ( 26 ). María, propuesta continuamente al lado de Cristo, predestinada en el mismo primer decreto que su Hijo, habría de tener un influjo similar y tan universal en su propio orden ( 27 ). Por esta misma época San Lorenzo de Brindis desarro– llaba ampliamente y con multitud de aplicaciones la tesis del primado de María al lado de Cristo. Tesis que se iba haciendo clásica como punto de partida y fundamento para hablar de influencia de María en los ángeles. Jesucristo como principio de la vida sobrenatural de los ángeles aparece con relativa fre– cuencia ( 28 ). Igualmente la superioridad de María sobre los ángeles y su dignidad de reina de ellos ( 29 ). En forma del todo explícita todos los elegidos son llamados hijos de María ( 30 ). Desde 1615 comienza un período de intenso desarrollo de la Mariología científica. También en lo referente a nuestro tema. Juan de Cartagena, mantiene en forma del todo explí– cita el primado de María al lado de Cristo. En consecuencia, (25) CATARINO A., Pro eximia Christi praedestinatione, Romae 1551; !DEM, Disputatio pro veritate Jmmaculatae B.mae. Virginis, Romae 1551. (26) SUAREZ F., De angelis, lib. 7 cap. 13, en Opera omnia, ed. VIVES, Paris 1856, t. II: De Incarnatione, disp. 42 sect. r-2: tom. 17-18. (27) lDEM, A1.isterios de la vida de Cristo, disp. r sec. 3, trad. esp. ycd. de la B.A.C., I, Madrid 1948, 26-32. Suárez no hace aplicación expresa al influjo de María en los ángeles. (28) El pensamiento completo de San Lorenzo y la bibliografía sobre el tema han sido expuestos por DoMENIC OF HERNDON, O. F. M. Cap., The absolute prúnacy of Christ and his Virgin lvf other according to St. Lawrence of Brindisi, en Collectanea Franciscana 22 (1952) II3-149. (29) DoMENIC OF HERNDON, O.F.M. Cap., The heavenly queenship of God's Virgin 111other according to St. Lawrence of Brinclisi, en Collectanea Franciscana 24 (1954) 303-328; 25 (1955) 114-148. Elenco de textos en la pag. 305-306. (30) " ... sic, cum omnes electi quodam modo partus sint Virginis Beatissirnae, iis rnaxime gloriatur i, (1vfaricile, sermo 5, nr. 6; Opera omnia,, I, Patavii 1928, 57).

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