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J2 Alejandro de Villalmonte, O. F. M. Cap. de María Madre: «El Espíritu Santo vendrá sobre tin; y luego: «La virtud del Altísimo la cubrirá con su sombra». Fórmula esta segunda complementaria de la anterior, pero que resalta más el momento di– námico, la actividad y operación divina en la generación del Mesías. La frase «cubrir con su sombra», aunque sea una alusión a la acción divina, pero lo es en tal forma que el misterio queda más bien acen– tuado que esclarecido. Finalmente, hay que observar que, en toda la narración, la inten– ción cristológica es prevalente: se quiere proclamar, y en su caso narrar, la venida del Mesías, del Cristo, al mundo; el hecho de que Jesús entró virginalmente, por acción estrictamente divina, en el mundo. Que todo ello incluya también una prerrogativa de María lo sabe perfectamente el evangelista. Pero cualquier preocupación ma– riológica qu~daba, para él y para los cristianos de su tiempo, en se– gundo plano. Se expone un aspecto del «misterio de Cristo,,; y el mis– terio de María en cuanto queda incluido en el misterio de Cristo, ali– mentándose de su virtualidad. B) El relato de Mt. 1, 18-24.~Presenta algunos caracteres distin– tos. Mateo supone que el hecho histórico de la concepción virginal es conocido por sus lectores, y quiere más bien defenderlo y explicar– lo frente a las dificultades que sin duda iban surgiendo en torno. Lucas pone el milagro en primer término; Mateo quiere evitar malas inteligencias y responder a algunas dificultades que habrían surgido en torno al hecho ya bien conocido. Para la creencia cristiana en la virginidad de María podía ofrecer sus dificultades la presencia de José al lado de María, como su ma– rido. Mateo trata de poner en claro el papel que Dios asignó a José en este acontecimiento fundamental de la concepción y nacimiento del Mesías; no obstante su matrimonio con María, José es informado por el ángel de que la concepción del Salvador ha sido realizada por obra de Dios en el seno de su esposa, sin intervención humana nin– guna, tan enérgicamente excluida por el evangelista. La idea de la concepción virginal del Mesías no dejaba de ser difí– cil, sobre todo para los judio-cristianos, que estaban seguros del ori– gen davídico del Salvador. Mateo mismo había insistido en este origen davídico a través de la genealogia de Cristo que precede inmediata– mente a nuestro perícopa. Pero -añade el evangelista- el origen de Cristo fué de esta manera... , sin perjuicio de su concepción virginal, en el seno de María, por obra del Espíritu Santo. Otra novedad interesante de Mateo es la cita de Is. 7, 14. Desde !uego, la lectura de Isaías no podía llevar a Mateo al hecho de la concepción virginal. Es lo contrario: Mateo parte de un hecho que es

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