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Origen del dogma de la virginidad de María 31 Mateo refleja la misma creencia en un estudio posterior, en que el hecho de la virginidad como tal ya era completamente conocido y sólo se trataba de dar alguna explicación sobre el mismo, para evitar inteligencias torcidas y aclarar aspectos del hecho más difíciles, al menos para lectores judíos. 3. La virginidad integral de María en el Nuevo Testamento.-He– mos estudiado el origen del dogma de la virginidad refiriéndonos al aspecto central del mismo: la concepción virginal. Indicamos bre– vemente hasta qu·é punto los otros aspectos del misterio se contienen en las narraciones de Lucas y Mateo. La virginidad está claramente afirmada y supuesta en el Nuevo Testamento y no hay motivo para suscitar problema ninguno en este punto. Respecto a la virginidad en el parto no aparece preocupación nin– guna directa en Mateo o en Lucas. Sin embargo, está bien clara la intención del Evangelio de envolver toda la obra de la concepción y nacimiento de Cristo bajo la misma influencia del Espíritu Santo. Esta acción del Espíritu con toda claridad excluye el proceso natural en la generación y da motivo para pensar que también el nacimiento sucedió bajo la misma intervención directa de Dios. Pero una segu– ridad completa en este punto no se logra sino por la tradición de la Iglesia, que siempre ha creído en la integridad corporal de Maria en su alumbramiento. La perpetua virginidad está contenida en la narración evangéiica en la misma medida en que esté contenida en la frase de María; "¿cómo sucederá esto?, pues no conozco varón". Si tal expresión con– tiene un voto, promesa o intención decidida de quedar siempre vir– gen, entonces hay argumento en el texto. Fuera de estas palabras no hay otros indicios en el Nuevo Testamento'". 29. Sobre el voto dE: virginidad en María están muy vivas las discusiones E,ntre los exégetas catól:cos. Véase una exposición del problema en RÁBA– NOS, R., C. M.: ¿ Voto o promesa de Virginidad? (Le. 1, 3l, «Natm·aleza y Gracia», 5 (1958), 3-37.