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Origen del dogma de la virginidad de María 27 en los textos de Mateo y Lucas sigue el mismo proceso de ellos dos. El influjo pagano en este punto tiene todos los inconvenientes arri– ba señalados. III.-VERDADERO ORIGEN DEL DOGMA DE LA VIRGINIDAD DE MARIA. La concepción virginal de Jesús es un auténtico misterio y, por tanto, no es directamente accesible a la experiencia humana. Consi– derado el hecho como «milagro", sólo indirectamente también puede ser constatado por nuestras facultades cognoscitivas. Pero a pesar de todo lo misterioso y oculto siempre hay un hecho histórico seguro que nos delata la presencia del misterio y del milagro y le confiere la historicidad característica de tales casos. Es como la Resurrección de Jesús. Se verificó en el misterio y en una zona inaccesible a los sen– tidos; pero hay en torno datos constatables por los sentidos -los he– chos pascuales- de historicidad plena, que garantizan la historicidad de~ misterio. Lo mismo en el caso de la concepción virginal: realmen– te hay que decir que el hecho aconteció en el misterio, y en este sentido trasciende nuestro tiempo y nuestro espacio y, por consiguien– te, nuestra historia. Pero tiene un innegable arraigue histórico a tra– vés de algún dato plenamente comprobable por las facultades cog– noscitivas humanas. En nuestro caso el dato plenamente histórico es éste: que María virgen se encontró en estado y dió a luz a Jesús sin concurso ninguno de varón en la concepción del Niño. Ya la primitiva Iglesia, y en concreto Mateo y Lucas, relataban este dato como plenamente histórico, y a través de él creían en el misterio de la concepción virginal. Vamos a investigar más en con– creto cómo llegó la Iglesia y luego los evangelistas al conocimiento de este dato histórico y del misterio en él encerrado. Examinamos la narración de-Le. 1, 26-38, que es la primera y la más importante y la más completa. l. Historia literaria de Le. 1, 26-28.-La escena del anuncio del ángel y la concepción virginal hay que verlas encuadradas en la histo– ria de la infancia, con el carácter peculiar de los dos primeros capí– tulos del evangelio de San Lucas "'. 25. Seguimos particularmente el pensamiento de GAECHTER, P. : Maria in ErdenlecJen. Trata, acertadamente los problemas referentes a la «historia litemriai> de Le. 1-2, pg. 9-77. Cfr. También MuÑoz IGLESIAS, S.: Los evangelios de la infancia

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