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26 Alejandro de Villalmonte, O. F. M. Cap. Pablo y Filón nunca pueden considerarse como un precedente. Desde una interpretación alegórica de la fórmula, hasta la interpretación real e histórica que quiere darle Lucas, el salto es cualitativo. Se trata de una diferencia esencial que deja sin explicar Dibelius. Si hemos de ver un precedente de esta idea de Lucas en el Antiguo Testamento, hay que recurrir, según hemos hecho, a Gen. 1, 2, donde aparece el espíritu de Dios fecundando el caos primitivo para realizar la mara– villa de la creación. El recurso a interpretarla como un teologúm.cnon, puede tener algún acierto cuando se trata del caso de San Pablo y de Filón. Pero carece de base científica cuando se quiere aplicar a la narración de Lucas. Si se interpreta la narración de Le. 1, 26-3·8 como un «teologúme– nonn, entonces la historicidad estrictamente dicha del hecho cae por tierra. Además, el origen histórico del relato de Lucas, tal como lo vamos a estudiar más abajo, nos demuestra con toda claridad que lo originario aquí es el puro dato histórico. La intención teológica que sugiere Dibelius y que él cree ver como prevalente, no la sugiere por ninguna parte el evangelista, por más que sea legítimo deducir del «hecho,), determinadas conclusiones de gran alcance teológico. El proceso inverso, es decir, poner primero una idea teológica y luego ir a buscarle un cuadro sensible para «historizarlan, contradice a todo lo que sabemos sobre el origen de las narraciones de Lucas en el evangelio de la infancia. C) Sobre el tema de la virgen-madre, ya hemos recusado el in– flujo documental y sobre todo ideológico de las mitologías paganas. La mediación de los judío-helenistas, con su traducción y lección de los LXX, no es viable. Primero porque la idea de una virgen-madre del Emmanuel, en su sentido estricto, no es nada seguro que existiese aún entre los judío-helenistas, lectores de los LXX. Además, Lucas en concreto no hace alusión ninguna a Is. 7, 14, ni parece conocerlo en este caso. La cita de Mateo 1, 22-23, no quiere decir que él hubiese leído previamente la idea de la concepción virginal en Is. 7, 14, sino que, a base del hecho histórico previamente conocido y ahora narra– do, llegó a ver su preanuncio en Is. 7, 14. Finalmente, tendremos oca– sión de ver en seguida que Lucas, sobre todo, nunca utilizó en su re– lato documentos judío-helenísticos, sino que recoge las noticias de fuentes palestinenses. D) La exclusión del padre humano es para Dibelius un «motivo,, de origen íntegramente pagano. Pero dado que es un concepto corre– lativo a los dos anteriores y en cuanto a su origen y su integración

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