BCCCAP00000000000000000001431

Ascenso vivencia! de san Francisco 259 1. Cristo modelo para Francisco En un estudio anterior, Vivencia primera del alma de S. Francisco: caballero - trovador - juglar, juzgaba yo excesiva la interpretación de L. Cassut, al afirmar éste que Francisco intentó modelar su ideal religioso en la mentalidad caballeresca de la gran época medieval. Con su acendrada imitación de Cristo le habría dado una transferencia a lo divino 7 • Volvemos ahora sobre este juicio para matizarlo. Aceptamos la interpretación de este franciscanista tan sólo para su primera época: la de su conversión. Se hacen sentir en ella las dos notas peculiares del espíritu caballeresco: la veneración hacia su Señor y la fidelidad en su seguimiento. Estas notas de la caballería de la edad heroica, la de los paladines de Carla Magno, estuvieron muy presentes, de modo decisivo, en los años de la conversión de Francisco, con prolongación viviencial hasta su última hora. En el sueño de Espoleta se le recuerda que es un siervo al servicio de un Señor que no es terrenal ni mundanct Luego, toma conciencia de que este Señor es Cristo Jesús, quien días después le habla simbólicamente en el leproso que le pide limosna, y de modo más claro y más vivo, a través de su imagen de San Damián. De este su Señor se declara <<heraldo» ante los bandidos que le maltratan. Nos parece ver en esta escena grotesca y brutal por parte de los bandidos el acto solemne en que Francisco es armado caballero de Cristo. De hecho es en aquella circunstancia cuando Francisco declara públicamente seguir a Cristo como leal caballero con el título de «heraldo» 9 . La imitación de Cristo, de tanta historia en la espiritualidad medieval, va a ser para él la contraseña de su vida. Confirma muy luego esta su actitud en la Porciúncula al oír leer el relato evangélico que informa sobre cómo Jesús envió a sus discípulos a predicar. Al terminar la misa pide explicaciones. Las acepta. Y acto seguido, sale a hacer su vida, siguiendo a Jesús por la senda que él mismo le ha señalado 10. No es cosa de repetir lo resabido sobre el constante empeño de Francisco en imitar a Cristo. Las Florecillas resumen el tema en la primera línea de su poema histórico: «Primeramente se ha de considerar que el glorioso Francisco, en todos los hechos de su vida, fue conforme a Cristo 7 E. RIVERA, Vivencia primera del alma de San Francisco: Caballero - Trovador- Juglar, en Selecciones de Franciscanismo 23 (l 994) 291-311. 8 Tres Compañeros, n. 6 (tr. española de J. A. GUERRA, San Francisco de Así.v, B.A.C., Madrid 1978, 535. - Las citas de traducci6n siempre por este texto). 9 / Ce/. n. 16 (B.A.C., 151). - El vivo relato de Celano da pie para el breve comentario del texto. 10 Tres compm1eros, n. 25 (B.A.C., 546).

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz