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282 Enrique Rivera Jesús con su Padre. Si de toda la oración se ha podido decir, siguiendo a Santa Teresa, que es balbuceo del alma orante, aceptado por Dios, lo es de modo sumo y paradigmático en el coloquio filial de Jesús. Este coloquio filial Francisco quiere hacerlo transparente en la evocativa fórmula: MI PATER SANCTÉ°º. El segundo salmo de este nuestro comentario es el quinto, que Francisco rezaba a la hora de Sexta. Con la piedad popular recordaba durante esta hora a su Jesús clavado en cruz, en espera de la muerte. El rezo de este salmo muestra el trasvase de los sentimientos de Jesús al alma de Francisco. Los cinco primeros versos que comienzan con esta imploración: Voce mea ad D . l -6i F . l . , 1 f' l d ommum e amav1 , ranc1sco os repet1ra en e momento .ma e su muerte, claro signo de querer reproducir en sí los sentimientos de Jesús, muerto en la cruz desnudo. Consciente éste de la proximidad de su muerte6 2 , manda que lo pongan en tien-a, desnudo como otro Cristo. Ruega entonces a sus íntimos hermanos le hagan oír el Cántico de las Criaturas, para que todas ellas alaben al Altísimo en este momento de su despedida final. Demanda luego que le traigan un pan, lo bendice y da de comer un pedacito a cada uno de los hermanos que le rodean. A continuación quiere que le lean el pasaje del evangelio de San Juan, que comienza con estas palabras: «Antes de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que había llegado su hora de pasar de este mundo al Padre... (Jn 13, 1). Por último, sintiéndose morir, Francisco entona el salmo, cuyos primeros versos puso en labios de Jesús en el salmo de Sexta, según ya dijimos. San Buenaventura atestigua que lo recitó hasta la última estrofa que canta: «Los justos me están aguardando, hasta que me des la recompensa» 63 . Transpira este cuadro franciscano rezumo evangélico. Francisco, al morir, quiere ser una posible réplica de Jesús, un reflejo de sus sentimientos. Este sencillo y sublime final de su vida lo había anticipado, de algún modo, en el salmo de Sexta de su Ojficium. En esta hora es Jesús quien parcialmente recita el salmo 141. En su muerte lo repite Francisco íntegramente para hacer patente su querencia de hacer suyos los sentimientos de Jesús. Entre estos sentimientos impresionó el alma de Francisco la comunión filial de Jesús con 60 Nos remitimos al delicado estudio de T. MATURA, Mi Pater sancte, cuya información biblio- gráfica darnos en nota 5. 61 Officium Passionis. Ad Sextam, Ps. V,v. 1-5, en Opuscula..., 199-200. 62 Seguimos la descripción detallada y emocionante de/ Ce!. n. J09-1 IO (B.A.C., 208-209). 63 Legenda Maior, XN, 5 (B.A.C., 470).

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