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El concepto de libertad en la filosofia del beato Juan Duns Escoto 165 manera libre y necesaria, pero en todas sus acciones «ad extra» ama de forma absolutamente libre. La libertad, como perfección pura, se encuentra en Dios de modo infinito. Dios se conoce a Sí mismo de modo absolutamente nece– sario, mientras que se quiere de modo absolutamente libre:· La voluntad divi– na quiere necesariamente su bondad y es, sin embargo, libre al quererla 22 º. Dios, como fin amado, mueve la voluntad del hombre, respetando siempre su libertad. La libertad lleva al amor. El hombre es concebido en una doble re– lación respecto de Dios. Por una parte, nace de la libertad creadora de Dios, y se distingue absolutamente de Él. Por otra, aparece como un ser llamado a en– contrar su plenitud en la unión de amistad con Él. El hombre descubre que conseguir este fin no depende de él, sino de la benevolencia o liberalidad de Dios. Amar a Dios, Bien supremo, por causa de Sí mismo, es el summum de la libertad del hombre. La conclusión es evidente: el hombre no puede ser libre sin la ayuda de Dios. La libertad humana se fundamenta metafísicamente en la libertad divi– na. En Dios el hombre consigue la máxima libertad y éste es el profundo apor– te de la filosofía cristiana al pensamiento humano. Valgan como testimonio de esta última afirmación las palabras de Hegel: La libertad es la esencia propia del espíritu, es decir, su misma realidad. En to– das las partes del mundo, África y Oriente, no han tenido nunca esta idea y, no la tienen todavía: los griegos, los romanos, Platón, Aristóteles, incluso los estoicos no la han tenido: sabían, por el contrario, solamente que el hombre es realmente libre por su nacimiento, o mediante la fuerza del carácter de la cul– tura, mediante la filosofía. Esta idea ha venido al mundo mediante el cristianis– mo, según el cual el individuo como tal tiene un valor absoluto, y siendo obje– to y finalidad del amor de Dios, está destinado a tener relaciones absolutas con Dios como espíritu, de modo que este espíritu permanezca en él: el hombre es en sí destinado a la suma libertad 221 . Basándonos en la división interna que Escoto hace de la voluntad, hay que decir que la verdadera naturaleza de la libertad consiste en hacer aquello que es justo y hacerlo con conocimiento y con control de los propios actos. La vi- 22 º "Voluntas divina necessario vult bonitatcm suam, et tamen in volcndo cam est libera". Quodl., q. 16, n. 8 (XXVI, 194a). 221 G. W. F. HEGEL, Enciclopedia de/le scienze filosofiche in compendio, (Trad. It. di B. Croce), Bari 1907, 482.

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