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El concepto de libertad en la filosofia del beato Juan Duns Escoto 155 La gracia no cambia la esencia del hombre, pero la compromete en una nueva situación existencial. Es una novedad en el orden existencial, no en el orden esencial, ya que no cambia la naturaleza, sino que la posiciona en una relación nueva. La existencia del hombre se relaciona de otro modo; cambia existen– cialmente frente a Dios, no en cuanto naturaleza, en sí misma esencial e indi– vidual de hombre, sino en cuanto persona. El pensamiento escotista en este punto es dinámico y personalista. En esta pequeña presentación del tema de la gracia hemos dado prioridad a ciertos aspectos o funciones de la gracia, especialmente a la gracia en su fun– ción santificante, o don de amistad con Dios. Queremos recordar que la gracia, en conexión con el tema anterior del pecado, también tiene una función preven– tiva y otra sanante. La gracia tiene como objeto consolidar la fuerza de la vo– luntad en su propia esencia, de tal manera que el hombre no pueda caer en el pecado. Así como el más fuerte puede ayudar al más débíí, del mismo modo Dios ayuda con su gracia a conservar la voluntad en estado de libertad 187 : En efecto la gracia dada a la voluntad no confiere la imposibilidad de pecar, porque la voluntad, que es beata, en sentido diviso puede pecar, sin embargo la voluntad beata en sentido compuesto no puede pecar así, que el supuesto per– maneciendo bajo el accidente, pueda ser un todo respecto del pecado; pero la naturaleza que está debajo, dejada así misma podría perder este accidente; pe– ro Dios conservará y colaborará en esa conservación, como un agente más fuerte previene al más débil, por lo cual nunca estará en su potestad el perder la beatitud ni tampoco pecar 188 . 187 Los beatos en el cielo gozan de mayor libertad que el hombre viador, pero su voluntad perma– nece esencialmente la misma, pues conseguir el fin no cambia la naturaleza de la facultad, aunque si aumenta el grado de la intensidad de sus actos. De este modo, el acto por medio del cual los beatos aman, sigue siendo un acto contingente y no necesario, como no es necesario el acto con que Dios se revela. Según la doctrina escotista, los beatos en el cielo pueden todavía pecar. Aunque se trata solo de una capacidad física y remota, que no usarán nunca, desde el momento en que la acción preservativa de la gracia de Dios les ha hecho impecables. Es un don libre como la gracia misma. En términos esco– lásticos tradicionales, Escoto dice que los beatos no pueden pecar en sensu composito, pero lo podrían hacer en sensu diviso, es decir si la gracia de Dios no les previniese, eventualidad que no se verifica– rá nunca. Cf. Ord., IV, d. 49, q. 6, n. 11 (XXI, 229a). 188 "Gratia enim collata voluntati non facit imposibilitatem ad peccandum, quia voluntas, quae est beata, in sensu diviso posset peccare; tamen voluntas beata in sensu composito non potest peccare sic, quod suppositum sub accidente manens, possit esse unum totum respectu peccati; sed natura, quae sub– est, sibi derelicta posset perdere hoc accidens; sed Deus illud conservabit et coaget, sicut agens fortius praevenit debilius, quod nunquam erit in eius potestate perdere beatitudinem, nec etiam peccare". Rep. Par., II, d. 23, q. un., n. 6 (XXIII, 109a).
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