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140 Jaime Rey Escapa amar, que es primero en mi que en el otro. [...] En realidad ninguno se ama a sí mismo, porque sólo Dios es objeto de caridad 121 . En este sentido, en el que hemos explicado la dinámica de la perfección, podemos decir que todo hombre tiende de modo natural hacia su propia per– fección: appetitus naturalis ad quaecumque est in ordine ad perfectionem ip– sius appetentis 122 , es decir, a que no le falte nada de la bondad que puede po– seer, o lo que sería lo mismo, a ser beato: beatus est, cui complete bene est 123 • Este deseo de perfección no pertenece a la condición estática, sino dinámica del hombre y, en este sentido, podemos decir que la beatitud es una opera– ción 124. No es algo que se da inmediatamente, sino que se conquista poco a po– co. El amor es la raíz y el fundamento de la libertad y porque la libertad es una operación propia de la voluntad, por este motivo, la beatitud, que no es otra cosa que un acto de amor, es considerada también un acto de la voluntad, ya que sólo la voluntad puede amar: Respondo a la cuestión diciendo que la beatitud simplemente está esencial y fom1almente en el acto de la voluntad, que simple y solamente se alcanza el bien óptimo por el que fruye 125 . 121 "Primum enim quod volo post primum diligibile, est actus meus, quo tendo in Deum, volendo me diligere eum, et hoc est amare me ex amore charitatis. Sed quia non est volendus, ut bonum priva– tum, ut in eius volitione nolit habere alium comparticipem in amando, quod facit amor zeli, ideo de– beo velle consequentur omnem alium velle Deum, cuius volitio est Deo grata et accepta, et hoc finali– ter, ve! aliquando, nam licet charitate habeatur horno carus Deo, et ipse habeat Deum carum, magis ta– men respicit Deum, ut habetur carus a Deo obiective. Hoc autem non sic volendo eum esse tantum mi– hi carum, cum ipse acceptet non tantum me vclle eum, sed et proximum, et hoc licet ex cousequenti, quia primo amando eum, reflector super huismodi velle prius, ut inesse mihi quam alteri [...] Unde ne– mo proprie diligit se, quia Dcus tantum est obiectum dilectionis". Rep. Par., III, d. 29, q. un., n.2-3 (XXIII, 493ab). 122 Ord., IV, d. 49, q. 10, n. 15 (XXI, 382a). 123 Rep. Par., IV, d. 49, q. un., n. 6 (XXIV, 617a). 124 La operación es una especie de reactuación y puesta en acto de la propia perfección. El fin úl– timo del hombre se realiza en la operaci6n que se ejecuta en presencia de Dios. Esta perfección adqui– rida, por la reactuaci6n del ser hombre en la visi6n es la perfección última. Cf. Onl., IV, d. 49, q. 2, n. 27 (XXI,52ab). !25 "Dico igitur ad quaestionem, quod beatitudo simpliciter est escncialiter et fonnaliter in actu voluntatis, quo simpliciter, et solum attingitur bonum optimum quo fruatur". Rep. Par., IV, d. 49, q. 2, n. 20 (XXIV, 630a).